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Panorama Actual del Medicamento
REVISIÓN
ner el cumplimiento todos recibieron, trimestral-
mente, sesiones dietéticas de apoyo. Fue gratuita
la provisión de aceite oliva extra virgen o de frutos
secos. Además, para verificar la adherencia a la
dieta se analizaron dos biomarcadores, el nivel uri-
nario de hidroxitirosol
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en los que recibían suple-
mentos de aceite de oliva y los niveles plasmáticos
de ácido alfa-linolénico en los que recibían frutos
secos.
Aunque el objetivo era realizar un estudio a
muy largo plazo, dados los resultados positivos
obtenidos de un análisis intermedio, el estudio
fue interrumpido tras un seguimiento de 4,8 años.
Como variable primaria de eficacia se definió un
parámetro compuesto por la incidencia de infarto
agudo de miocardio, ictus y muerte de origen car-
diovascular.
Los resultado mostraron que la incidencia del
evento primario (el parámetro combinado) se
produjo en el 2,8% del conjunto de participantes
en el estudio, observándose una reducción sig-
nificativa del 30% en el riesgo relativo (rr=0,70;
IC
95%
0,54 a 0,92; p=0,01) en el grupo de dieta
mediterránea con suplemento de aceite de oliva
y del 28% (rr=0,72; IC
95%
0,54 a 0,96; p=0,03)
con frutos seco), en relación al grupo que utilizó la
dieta control. Entre los objetivos secundarios sólo
el ictus mantuvo una diferencia significativa para
la dieta con aceite para los frutos secos. No hubo
efectos adversos en relación con las dietas.
En definitiva, puede afirmarse de forma científi-
camente rigurosa que la dieta mediterránea suple-
mentada con aceite virgen de oliva extra o frutos
secos reduce, en sujetos con riesgo CV elevado, la
incidencia de eventos CV mayores.
Algo que también es muy relevantes es que
al final del estudio la ingesta de grasa fue similar
entre todos los grupos y, aunque hubo un con-
sumo más alto de pescado y legumbres en los
casos, pero no se se produjo esto mismo en otros
grupos de alimentos. En definitiva, las diferencias
más importantes consistieron en la ingesta de
aceite de oliva y de frutos secos, lo que sugiere
abiertamente que la mayor parte de los beneficios
aportados por la dieta mediterránea se deben a
estos suplementos, por otro lado, tan típicamente
mediterráneos.
Estos datos son importantes por sí mismos, en
tanto que la calidad de la dieta es determinante
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El
hidroxitirosol
es el 3,4-dihidroxifeniletanol o DOPET.
Se trata de producto de naturaleza polifenólica, que es consi-
derado como uno de los antioxidantes naturales más potentes.
(incluso a igualdad de calorías consumidas), pero
también por el hecho de que el nivel de benefi-
cio clínico obtenido con la dieta mediterránea es
como mínimo equiparable al producido por el tra-
tamiento farmacológico, pero sin el perfil toxicoló-
gico de éste. Obviamente, no se trata de sustituir
a los medicamentos con dieta, sino de empezar
primero por un asesoramiento dietético adecuado
como primer escalón y mantenerlo cuando es pre-
ciso recurrir a los medicamentos, cuando la dieta y
otros cambios en el estilo de vida no son suficien-
tes para normalizar la presión arterial y reducir el
riesgo cardiovascular.
Tratamiento farmacológico
Aspectos generales
Como ya se ha indicado, el criterio para iniciar
un tratamiento antihipertensivo debe fundamen-
tarse en dos elementos: los valores de PAS/PAD
y el grado de riesgo cardiovascular total. Como
punto de partida, se suele considerar el trata-
miento farmacológico – siempre además de la mo-
dificación del estilo de vida – cuando el paciente
presente una presión arterial sistólica (PAS) man-
tenida
≥
140 mmHg o una diastólica (PAD) mante-
nida
≥
90 mmHg, después de haber ensayado las
medidas no farmacológicas. También debe consi-
derarse cuando los valores de PAS/PAD superen
en >20/10 mmHg a los valores considerados como
idóneos en un determinado paciente o cuando se
trate de una hipertensión arterial de grado 2 o 3.
Cuando la presión arterial inicial esta en valores
normales altos (130-139/85-89 mmHg), la deci-
sión de iniciar tratamiento farmacológico depende
del grado de riesgo y, en consecuencia, en función
de la presencia de otras comorbilidades cardiovas-
culares (diabetes, insuficiencia cardiaca, acciden-
tes cardiovasculares). Recordando las característi-
cas que condicionan un
riesgo cardiovascular alto
o muy alto
, pueden ser sumarizadas como sigue:
–– PAS
≥
180 mmHg y/o PAD
≥
110 mmHg
–– PAS >160 mmHg con PAD baja (< 70 mmHg)
–– Diabetes mellitus
–– Síndrome metabólico
––
≥
3 factores de riesgo cardiovascular
–– Una o más de las siguientes lesiones orgáni-
cas subclínicas:
oo
Hipertrofia del ventrículo izquierdo electro-
cardiográfica (en especial con sobrecarga)
o ecocardiografía (en especial concéntrica)