Panorama Actual del Medicamento (PAM) - Nº 363 - Mayo 2013 - page 14

352
Panorama Actual del Medicamento
REVISIÓN
produce una respuesta presora, es decir, son
“sensibles a la sal”. En ellos, la restricción
de la ingesta de sodio (<4 g/día) reduce la
PAS/PAD en 7/4 mmHg de media y produce
efectos beneficiosos sobre la progresión de
la hipertrofia ventricular izquierda y el remo-
delado de la pared vascular, particularmente
en ancianos. El método más eficaz para res-
tringir la ingesta de sodio es reducir la de ali-
mentos ricos en sal (embutidos, conservas,
salazones, alimentos precocinados, etc.) y su
uso en la preparación culinaria de los alimen-
tos. Obviamente, restringir la sal en la mesa
no es efectivo si se ha utilizado sal en la pre-
paración de los alimentos. También se acon-
seja que el hipertenso incremente la ingesta
de calcio, potasio y magnesio y que siga una
dieta rica en verduras, hortalizas, pescado,
aves, nueces y fibra, y pobre en comidas pre-
cocinadas, grasas (preferentemente las satu-
radas), dulces y bebidas azucaradas.
––
Sobrepeso u obesidad, y
sedentarismo:
Casi un 35% de los hipertensos son obesos
y la prevalencia de hipertensión arterial su-
pera el 50% en la población obesa. La re-
ducción del sobrepeso es imprescindible e
implica tanto una reducción de la ingesta
calórica como un aumento del gasto energé-
tico realizando ejercicio físico moderado pero
constante. En este sentido, andar o nadar en
sesiones de 30 minutos repetidas 3 veces a
la semana ayuda a controlar el sobrepeso,
reduce la presión arterial y mejora la disfun-
ción endotelial y la resistencia a la insulina.
Aunque las técnicas de relajación podrían
producir un cierto efecto beneficioso a corto
plazo, parecen ser de escasa utilidad como
tratamiento a largo plazo.
––
Abuso de bebidas alcohólicas
: La ingesta
de alcohol debe ser inferior a 30 g/día, equi-
valentes a 300 mL/dia de vino y a 600 mL/dia
de cerveza (estas cifras deben reducirse a la
mitad en las mujeres).
––
Tabaquismo
: Aunque no se ha demostrado
que el tabaquismo aumente la presión arte-
rial, varias sustancias presentes en el humo
del tabaco producen disfunción endotelial,
facilitan el desarrollo de la placa de ateroma,
aumentan las demandas miocárdicas de O
2
y facilitan la agregación plaquetaria, efectos
que facilitan la progresión de la hipertensión
arterial y sus complicaciones ateroscleróticas.
Además, el tabaco puede reducir la eficacia
de algunos antihipertensivos (betabloquean-
tes y algunos calcioantagonistas). Por tanto,
el paciente hipertenso debe dejar de fumar.
Hipertensión y dieta mediterránea
Una de las cuestiones que más han llamado la
atención es el papel relativo de la calidad de la
dieta en los pacientes con hipertensión. Más allá
de la obesidad o del sobrepeso, la composición
y los hábitos dietéticos parecen determinantes,
y aunque son numerosas las publicaciones sobre
esta materia, lo cierto es que no hay demasiados
datos científicamente contrastados.
Como es bien sabido, la dieta mediterránea se
caracteriza por una ingesta elevada de aceite de
oliva, fruta, frutos secos, verduras y cereales; una
ingesta baja de productos lácteos, dulces y carnes
rojas o procesadas; un consumo moderado de le-
gumbres, pescado y carne de ave e incluso de vino
en las comidas.
Un recientes estudio (
PREDIMED
: Prevención
con Dieta Mediterránea) ha analizado los posibles
beneficios de esta dieta sobre la prevención pri-
maria de la enfermedad cardiovascular (
Estruch,
2013)
. Se trata de un estudio multicéntrico de-
sarrollado en diversas regiones de España en
la que participaron personas con un alto riesgo
cardiovascular: diabéticos tipo 2 o con tres o más
factores de riesgo (tabaquismo, hipertensión ar-
terial, niveles altos de LDL-colesterol alto o bajo
de HDL-colesterol, sobrepeso o historia familiar
de enfermedad coronaria precoz), pero ninguna
de ellos tenía ninguna enfermedad cardiovascular
previa. Se incluyó en el estudio a 7.447 personas
con edad media de 67 años (55-80), 57 % mu-
jeres, con valor medio del IMC de 30 kg/m
2
. El
82% eran hipertensos, un 50% eran diabéticos y
un 72% dislipémicos.
Estos pacientes fueron aleatoriamente asignados
a recibir uno de los siguientes tres tipos de dieta:
1) Dieta mediterránea suplementada con 50 cc/
dia  de aceite de oliva extra virgen.
2) Dieta mediterránea suplementada con 30 g/
día de frutos secos (15 g de nueces, 7,5 g de
avellanas y 7,5 g de almendras).
3) Dieta control, con la advertencia de que su-
primieran los alimentos ricos en grasa inclui-
dos el aceite de oliva y los frutos secos. 
No se promovió la realización de ejercicio físico,
ni tampoco la restricción de calorías. Para mante-
1...,4,5,6,7,8,9,10,11,12,13 15,16,17,18,19,20,21,22,23,24,...140
Powered by FlippingBook