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Panorama Actual del Medicamento
REVISIÓN
Vasodilatadores arteriales
Se trata de un colectivo heterogéneo de fárma-
cos que comparten un efecto común: son poten-
tes vasodilatadores arteriales y se utilizan funda-
mentalmente en cuadros urgencia o emergencia
hipertensiva.
La
hidralazina
actúa relajando la musculatura
lisa vascular, principalmente a nivel arteriolar. Dis-
minuye la presión sanguínea (más la diastólica que
la sistólica). La dilatación preferente de las arterio-
las, en comparación con la de las venas, minimiza
la hipotensión postural pero promueve el aumento
de gasto cardíaco. Por lo general aumenta la ac-
tividad de la renina en plasma como respuesta
simpático-refleja, por lo que se estimula la aldoste-
rona y, en consecuencia, la reabsorción de sodio.
El
diazóxido
relaja el músculo liso de las ar-
teriolas periféricas, mediante la activación de los
canales de potasio de las membranas, lo que con-
duce a un cambio en los canales iónicos voltaje-
dependientes de calcio, lo que inhibe la genera-
ción de un potencial de acción. Tienen efectos
hiperglucemiantes, ya que inhibe la secreción de
insulina pancreática, lo cual es utilizado terapéuti-
camente en cuadros de insulinomas o de hiperin-
sulinismo congénito.
Farmacológicamente relacionado con el an-
terior es el
minoxidilo
, un potente vasodilata-
dor que activa los canales de potasio regulados
por ATP, cuya apertura en las células musculares
lisas permite el flujo de salida de ese elemento,
dando lugar a una hiperpolarización del músculo
liso y la relajación del mismo. Su acción consiste
especialmente en una vasodilatación arteriolar,
que incrementa el flujo sanguíneo hacia piel, mús-
culo estriado, tubo digestivo y corazón. El principal
determinante del aumento del gasto cardíaco es el
efecto del minoxidilo sobre la resistencia vascular
periférica para incrementar la circulación venosa
hacia el corazón. También es un vasodilatador
renal y estimulador potente de la secreción de re-
nina.
El
nitroprusiato sódico
es un complejo de
hierro (nitroferrocianuro sódico) que viene uti-
lizándose en clínica desde hace más de seis dé-
cadas. Antihipertensivo y vasodilatador periférico
de corta duración de acción, actúa relajando la
musculatura lisa vascular de arteriolas y venas, re-
duciendo en consecuencia la resistencia periférica.
Aumenta el gasto cardiaco al disminuir la post-
carga cardiaca. Se le considera como uno de los
fármacos de elección en crisis hipertensivas aso-
ciadas a hipertensión maligna, feocromocitoma,
insuficiencia cardiaca izquierda, shock cardiogé-
nico, crisis en el periodo de recuperación tras in-
farto agudo de miocardio y aneurisma disecante
de la aorta.
Actúa aumentado los niveles de GMPc como
consecuencia de la activación de la forma soluble
de la guanilatociclasa, lo que conduce a una ulte-
rior activación de la proteína cinasa dependiente
de GMPc, la cual a su vez fosforila a cierto número
de proteínas del músculo liso, inclusive a la cadena
de miosina. Todo ello parece ser responsable de la
relajación del músculo liso y, en definitiva, de la
vasodilatación.
Su potente acción venodilatadora provoca una
importante reducción de la presión de la aurícula
derecha, capilar pulmonar y telediastólica del ven-
trículo izquierdo (precarga), mejorando los signos
de congestión pulmonar. Asimismo, su también
potente acción vasodilatadora arteriolar reduce
las resistencias vasculares periféricas (poscarga) y
la presión arterial, y aumenta el volumen minuto
(VM), sin afectar significativamente a la frecuen-
cia cardíaca; como consecuencia, el nitroprusiato
reduce la tensión de la pared ventricular y las de-
mandas miocárdicas de O2. El nitroprusiato tam-
bién produce una dilatación de las arterias pul-
monares, reduciendo la postcarga del ventrículo
derecho.
Criterios de selección de medicamentos
antihipertensivos
Consideraciones generales
Pese a disponer de más de 40 fármacos anti-
hipertensivos, todavía un importante porcentaje
de pacientes hipertensos tratados no llega a re-
bajar sus cifras tensionales por debajo de 140/90
mmHg. En otros casos, los pacientes que respon-
den a un determinado grupo de fármacos no res-
ponden a otros fármacos antihipertensivos, sin
que parezca existir una razón para ello. Sea como
fuere, estas circunstancias manifiestan un hecho
bien conocido por el especialistas: no existe el an-
tihipertensivo óptimo, capaz de satisfacer las ne-
cesidades de la toda la población hipertensa. Esta
variabilidad en la respuesta no debe ser una sor-
presa ya que la etiopatogenia de la hipertensión
arterial es multifactorial. En definitiva, todo ello
nos lleva a que, en la práctica clínica, la selección
del fármaco debe ser individualizada, eligiendo el
o los fármacos más eficaces y con perfil farma-