Panorama Actual del Medicamento (PAM) - Nº 363 - Mayo 2013 - page 13

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Panorama Actual del Medicamento
REVISIÓN
experimentan ningún síntoma. No en balde, la hi-
pertensión es denominada como
la muerte silen-
ciosa;
por tanto, el principal reto es identificar lo
más temprano posible a los pacientes hipertensos
y conseguir que el paciente siga de forma correcta
el tratamiento prescrito, especialmente si existen
factores de riesgo cardiovascular coexistentes.
Justamente, es la combinación del grado de hi-
pertensión y la coexistencia de estos factores de
riesgo los que determinan el nivel de riesgo car-
diovascular. Su estimación a 10 años está refle-
jada en la siguiente tabla
2
, en la que los términos
de riesgo bajo, moderado, elevado y muy elevado
hacen referencia a un riesgo absoluto aproximado
de enfermedad cardiovascular a los 10 años <
15%, 15-20%, 20-30% y > 30%.
El término “añadido” indica que en todas las
categorías el riesgo es superior al medio, mien-
tras que la línea discontinua indica la manera en
la que puede variar la definición de la hiperten-
sión en función del grado de riesgo cardiovascular
total.
Sin riesgo añadido
implica que no es precisa
ninguna intervención; con
riesgo añadido bajo
,
se recomiendan cambios en el estilo de vida; un
riesgo añadido moderado
sugiere la necesidad de
realizar cambios en el estilo de vida y considerar
tratamiento farmacológico; un
riesgo añadido
elevado
supone llevar a cabo cambios en el estilo
de vida y, al mismo tiempo, someterse a un trata-
2
Las iniciales utilizadas en la tabla son
CV
: cardiovascular;
DM
: diabetes mellitus;
FRCV
: factores de riesgo cardiovascu-
lar;
HTA
: hipertensión arterial;
LOS
: lesión orgánica subclínica;
PAD
: presión arterial diastólica;
PAS
: presión arterial sistólica;
SM
: síndrome metabólico.
miento farmacológico; finalmente, la existencia de
un
riesgo añadido muy elevado
supone que deben
realizarse cambios en el estilo de vida y el inicio
inmediato de un tratamiento farmacológico.
Modificación del estilo de vida
(tratamiento no farmacológico)
Intervenciones
Cualquier intervención en un paciente diagnos-
ticado de hipertensión debe pasar por la modifi-
cación de algunos elementos que forma parte de
los hábitos vitales del paciente y que se identifican
como nocivos para el control de la tensión arterial
o para otros aspectos de la salud directa o indirec-
tamente relacionados. Se trata de prácticas coti-
dianas que no están relacionadas con el empleo
de medicamentos, sino que constituyen el
estilo
habitual de vida del paciente
. No obstante, es im-
portante no confundir el
estilo de vida
(la repeti-
ción cotidiana de determinados comportamientos)
con actividades puntuales que solo se producen
de forma aislada. No es lo mismo disfrutar de un
postre “energético” en una celebración puntual,
que estar abusando de forma continuada de un
exceso de azúcares simples.
Entre los hábitos cotidianos más comunes iden-
tificados como nocivos en relación con la hiperten-
sión arterial podemos citar los siguientes:
––
Alimentación rica en grasas (especial-
mente, si son saturadas) y/o sal:
En un
50-60% de los hipertensos la ingesta de sal
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