“
Los Reyes del Grial no es un libro más en la
secuencia de miles. Ambos autores esperamos que sea
el definitivo. Así lo concebimos el mismo día que, fruto
del azar –si es que existe-, tuvimos conocimiento de
ciertos pergaminos conservados en la prestigiosa
Biblioteca de la universidad de Al-Azhar de El Cairo
(Egipto), que revelaban datos, hasta ahora inéditos,
que sitúan el lugar donde permaneció la Copa de
Cristo hasta mediados del siglo XI y su traslado a
España en esas fechas. Un afortunado e inesperado
descubrimiento que ocurría al mismo tiempo que las
revueltas árabes del norte de África.”
4
La primera referencia a la Copa de la Última
Cena se tuvo en el año 400 d. C. y aparece en el
Breviariux A, a propósito de la descripción que
hace un peregrino del complejo del Santo
Sepulcro, tras haber alcanzado la tan ansiada
meta de Jerusalén,: “
Una cámara está allí, que
contiene la caña y la esponja, y la Copa que el
Señor bendijo y le dio a sus discípulos a beber,
diciendo: “Esto es mi cuerpo y mi sangre
”.
Varias otras referencias se suceden a lo largo de
los siglos, como la que el monje irlandés
Adomnan (683 d. C.) escribió en
De locis sanctis
.
El periodo del califato abásida de Bagdad tambien
fue tolerante con los peregrinos cristianos que
llegaban a Los Santos Lugares; pero varios
sucesos inesperados, como el auge de la dinastía
de califas fatimíes, entre los siglos X y XI,
propició la persecución de los seguidores de
Cristo y en el año 447 (de la Hegida) se
apoderan de cuanto había en la Iglesia de la
Resurrección de Jerusalén. Como si de un
castigo divino se tratase, el mismo año del Señor
de 1055/56 d. C. una gran hambruna asoló Egipto
y el califa Al-Mustansir (1035-1094) pidio ayuda
exterior. La taifa de Denia envió víveres para
paliar el desastre
y en
agradecimiento
se le concedió un
barco cargado de
regalos, donde
viajaba una
petición expresa.
En un
extraordinario
texto anónimo
aparecido
recientemente en
la Biblioteca de
Al-Azhar (El
Cairo), los dos
autores de
Los
Reyes del Grial
nos describen la insólita petición
del emir de Denia, tras haber recibido algunas
informaciones sobre el poder de la Copa que
“
los cristianos insisten tiene poderes medicinales
extraordinarios, rumor que es propalado por las
lenguas de cristianos y musulmanes, incrementando
la fama y popularidad de la copa.
( ) -por ese
motivo-
se la pidió al imam excelso Al-Mustansir, a
cambio de cuanto fuera menester darle por su
entrega (mancha) pues su intención era enviarla al
rey de León, Ferdinand al Kabir, (mancha) rey de
este país, en el año 429, para fortalecer la amistad
con él. Este rey estaba afectado por la fuerte
enfermedad de la piedra, la cual le hizo perecer
penosamente.”
5
Pero esta no es la única alusión a
la Copa de Cristo. Ali Iqbal al-Dawla, da las
gracias al califa por los regalos recibidos:
“Y entre
todos los valiosísimos presentes enviados, prueba de
tu generosidad, sobresale por su merecimientos el
Destino de los Destinos, la Copa, colmada de
misterio (...).
”
6
El conocimiento de estos hechos y la posterior
referencia que se hace por los investigadores del
desprendimiento de una esquirla del vaso de
ónix por causa del corte de una gumía –un siglo
despues fue enviada a Saladino (el azote de los
Cruzados)-, y con la constatación de que en la
parte superior del Cáliz de Doña Urraca falta un
“trozo de piedra santa” similar al descrito,
hubiera sido motivo suficiente como para que el
abad Viñayo diera por satisfechas todas sus dudas
(el misterio que le envuelve y el secreto que
guarda). No sabemos a ciencia cierta si lo
relatado en esos viejos pergaminos llenos de
manchas (entre paréntesis) pudo llegar a su
conocimiento antes de fallecer y, por
consiguiente, antes de ser publicados en el libro
Los Reyes del Grial; pero quiero creer que en su
fuero interno y
desde hacía más
de cuarenta años,
intuía la
presencia de
“algo divino” en
esa “copa” que
parece anunciar,
en el Panteón
Real de San
Isidoro de León,
Marcialis
Pincerna (Marcial
el copero) al
hacerle entrega
de la misma a
Jesucristo en la
Última Cena.
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Pliegos de Rebotica
2017
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Jesucristo y los doce apóstoles durante la Última Cena
4 TORRES SEVILLA, M., ORTEGA DEL RÍO, J.M., “Los Reyes del Grial”. Edit. Reino de Cordelia. 2014. p.15
5 TORRES SEVILLA, M., ORTEGA DEL RÍO, J.M., “Los Reyes del Grial”. Edit. Reino de Cordelia. 2014. p.103
6 Ibidem. Pág. 106