Revista Farmacéuticos - Nº 129 - Abril-Junio 2017 - page 35

Margarita Xirgu y hasta a su propia hija María
Álvarez de Burgos.
Impartía conferencias por todo el mundo y
durante una de ellas en España, se sintió
indispuesta. Había estado hablando sobre
educación sexual y aun alcanzó a decir ”En las
bodas del futuro, al tomarse los dichos, deberá
acudir el médico en lugar del confesor”. Se
debilita y unos médicos asistentes en la sala
acudieron a socorrerla. La llevaron a su casa y
allí acudió su médico personal Gregorio
Marañon para recoger su último suspiro. Parece
ser que con un hilo de voz pronunció estas
palabras:”Muero contenta porque muero
republicana. ¡Viva la República!.
Ese domingo, a las cinco de la tarde volvieron a
reunirse sus amigos como en los buenos
tiempos de sus tertulias, pero en esta ocasión
para acompañar su féretro hasta el cementerio
civil donde pidió ser
enterrada sin grandes
monumentos ni rebuscados
epitafios.
El entierro constituyó una
sentida manifestación de
duelo. Su cadáver se cubrió
con la bandera de la Cruzada
de Mujeres Españolas. Entre
los asistentes, la joven
Hildegart Rodriguez
feminista y librepensadora
como Carmen, que sería
asesinada ocho meses
después por su propia
madre. Hildegart escribiría
después del entierro:”Ha
muerto una republicana”.
Ocho meses después moría
ella a manos de una madre
castradora que no la dejó
ser libre.
Se acordó proponer al Ayuntamiento que el
próximo grupo escolar que se construyese,
llevara el nombre de Carmen de Burgos. Así se
hizo y en el primer aniversario de su muerte fue
inaugurado.
Ramón Gómez de la Serna escribiría después:
“Quedé de luto por aquel gran corazón y pensé
que desde que se va al otro mundo alguien a
quien quisimos mucho, ya estamos denunciados
allí por seguir viviendo”.
Carmen de Burgos nació a mediados del siglo
XIX y quien lo diría: salió de la vida de su
marido a la manera de Nora en Casa de
Muñecas, pero con su hija pequeña de la mano.
Se libró con decisión del acoso sexual de un tío
que desde su posición de Senador podría
haberla hecho la vida imposible, se fue colando
poco a poco en una profesión donde todos los
redactores de periódicos eran hombres.Y lo
hizo de una manera muy
sutil: ahora escribo sobre
modales en la mesa, luego
escribo sobre el divorcio. De
ella se dijo:”Emancipada por
el pensamiento: una mujer
que piensa muy alto sintiendo
muy profundo, ya está en la
cumbre de la libertad. Ella se
hace libre”. (Francisco
González Díaz).
La historia vital de Carmen de
Burgos está repleta de
situaciones como las que
leemos actualmente en la
prensa día tras día. Mito del
amor romántico, violencia
machista, igualdad de género,
lucha por los derechos de la
mujer, y siempre al pie del
cañón, sin dejar de trabajar.
Murió en pleno rendimiento.
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Pliegos de Rebotica
´2017
LOS BOTICARIOS
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