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a biblioteca de la Universidad de Yale
custodia un curioso manuscrito
ilustrado, de autor desconocido, escrito
con pluma de ave en un idioma nunca
traducido, y calificado por ello como “el
libro más misterioso del mundo”. Este códice
cuenta con 246 páginas (algunas se han perdido)
y quienes lo han estudiado en profundidad
afirman que se ejecutó de un tirón, sin errores
ni tachaduras. Para un farmacéutico amante de
los libros, el Manuscrito Voynich tiene un doble
interés: por sus ilustraciones, dos secciones de
las cuales parecen reproducir un ignoto herbario
y una misteriosa farmacopea; y por la
interesante personalidad del bibliófilo que lo
descubrió, doctor en farmacia por la Universidad
de Moscú, nacido en 1865 en Lituania aunque de
origen polaco, y fallecido en EE.UU. en 1930.
Wilfred M.Voynich fue un farmacéutico
polifacético cuya vida bien merecería ser
novelada: deportado a Siberia en 1885 por su
compromiso con la independencia de Polonia,
pudo escapar a Londres, donde se casó con una
hija del matemático y filósofo George Boole y
obtuvo la ciudadanía británica en 1904,
dedicándose por esa época al comercio de libros
raros e incunables, tras una etapa de vida
bohemia como escritor revolucionario.
Posteriormente trasladaría su librería a Nueva
York, ciudad a la que llegó en 1914 con sus
libros más valiosos, tras embarcar en el
paquebote Lusitania al iniciarse la primera
guerra mundial, barco que pasaría a la historia en
1915 al ser hundido por un submarino alemán. Si
éste hubiera sido torpedeado un año antes
probablemente se habría perdido el oculto libro
del que hablamos.
El misterioso manuscrito fue adquirido en 1912
al Colegio Jesuita de Villa Mondragone, cerca de
Roma, y no fue vendido nunca por Voynich, que
reconoció su valor e intentó descifrar sin éxito
su contenido. Se sospecha que se trata de un
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Pliegos de Rebotica
2017
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El manuscrito “Voynich”
y su misterioso herbario
Enrique Granda Vega
