Revista Farmacéuticos - Nº 127 - Octubre/Diciembre 2016 - page 26

E
El vínculo
José Ignacio de Arana Amurrio
E
n el hospital
infantil estaba
ingresada
una niña de
pocos
meses de edad
afectada de gravísimas
malformaciones
congénitas. Nadie iba
nunca a visitarla y los
médicos sólo
sabíamos que era hija
de una mujer dedicada a la
prostitución que un día la
trajo a Urgencias y no
volvió. Pero una mañana
aparecieron por la sala la
madre de la niña
acompañada de otra mujer
de más edad, la dueña del
prostíbulo donde aquélla
ejercía su oficio, y un
sacerdote, dispuestos a
bautizar a la enfermita. No
había nada que objetar. El
sacerdote exigió la
presencia de algún
hombre que
cumpliese la misión
de padrino. En
aquellos momentos el
único varón presente
en toda la planta era
yo.
El bautizo se celebró en la misma habitación.
La chiquilla fallecería pocos días después.
Finalizada la ceremonia el sacerdote y la
madre de la criatura se retiraron. Pero la
madame, mi reciente comadre - un vínculo
que acababa de adquirir sacramentalmente -,
se retrasó un poco y acercándose a mí me
alargó algo en la mano. Era una
tarjeta con la dirección de su
“empresa” en una conocida calle
madrileña a dos pasos de la Plaza
Mayor. Con una sonrisa en el
rostro lleno de afeites dijo:
- Muchas gracias, doctor. Aquí
tiene nuestra
dirección. Para lo que
usted quiera y cuando
quiera -.
Desde entonces, y han
pasado ya muchos
años, sé que tengo
una invitación para
hacer uso de los
servicios venéreos de
aquella casa. Fue una
curiosa
manera de
agradecer y hasta de
pagar mi breve pero
necesaria presencia en
el acto. La mujer me
dio lo que a su juicio tenía
más valor, su fuente de ingresos y su
modo de vida.Y como dice nuestro
refranero,
quien da todo lo que
tiene, no está obligado a más.
26
Pliegos de Rebotica
´2016
1...,16,17,18,19,20,21,22,23,24,25 27,28,29,30,31,32,33,34,35,36,...52
Powered by FlippingBook