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os personajes unidos por la historia
y que gravitan en la órbita de la
Historia Universal.Actores de una
epopeya marítima, auspiciada por la
corona española, ceñida por el
Emperador Carlos I, que, en su proyecto inicial, no
estaba previsto en absoluto la circunnavegación
planetaria . En esa Historia Universal reza con
letras doradas una frase que aprendimos en el
colegio:
Primus circumdedisti
me. En realidad, dicha
inscripción fue cincelada en el escudo de armas
concedido por el monarca a Juan Sebastián Elcano, tras
completar la primera vuelta al mundo y demostrar en la
práctica lo que ya se sabía: la redondez de la Tierra. La
conmemoración ya está próxima: año 2019, inicio de la
tamaña singladura.
Sin embargo, Fernando de Magallanes no tuvo -ni
tan siquiera le pasó la idea por la cabeza-, la
oportunidad de girar esa primera vuelta histórica a
la esfericidad planetaria. Murió trágicamente a
flechazos de nativos, como es bien conocido, en
Filipinas antes, incluso, de conseguir su verdadero
objetivo: llegar a las islas Molucas o islas de las
Especias y cargar las naves de tan apreciado bien
comercial de la época, clavo, sobre las demás
especias.
Fernando de Magallanes (1480-1521), portugués de
nacimiento, en la población interior de Sabrosa,
desarrolló toda su actividad, antes de ponerse al
servicio de la corona hispánica, en dicho país vecino
como militar antes que navegante, aunque las
numerosas intervenciones bélicas a bordo de buques,
hicieron de él uno de los más destacados y arrojados
navegantes de origen portugués. Muy jovencito (1505)
se embarcó en la espectacular escuadra (22 naves),
mandada por Francisco de Almeida, que ambicionaba la
conquista de la India. Fue herido en acto de guerra. En
1511 participó en la expedición dirigida por el virrey
Alburquerque a la conquista de Malaca.Allí nuevamente
fue herido y vislumbró la oportunidad mercantil que
ofrecían las especias. Hombre de armas y navegante que
empezó a soñar con alcanzar las Molucas, donde se
daban bien la recolección de las famosas especias.
Formado en armas, sus cronistas lo definen como
hombre arrojado, valeroso, tenaz, impetuoso de carácter
fuerte y autoritario, forjado en mil batallas. En una
refriega fue herido de consideración en una pierna, que
le dejó cojera de por vida. Empero, los negocios no le
fueron del todo bien, se arruinó y lo acusaron de
vender objetos al enemigo. Cayó en desgracia,
perdiendo la confianza del rey Manuel el Afortunado de
Portugal. Poderosa razón para cambiar la pleitesía real
lusa, encaminando sus pasos hacia la vecina España y el
rey Carlos I, quien lo recibió en audiencia y escuchó con
respeto su idea de llegar a la isla de las Especias
navegando al occidente, para así evitar la ruta controlada
por los portugueses, debido a la vigencia del Tratado de
Tordesillas. Su proyecto fue aceptado.
Para unos, los portugueses, era un traidor a su
patria; para otros, los españoles, no era de fiar por
ser un portugués al servicio de la Corona española.
Sin embargo, las capitulaciones se firmaron en
Valladolid el 22 de marzo de 1518. A la firma el rey
se mostró ilusionado con la nueva aventura
expansionista, allende los mares, tras el ejemplo de
sus abuelos los Reyes Católicos. Magallanes fue
nombrado capitán general de la flota.
El almirante puso sobre la mesa del acuerdo dos
cuestiones de fe geográficas: llegar a las islas de las
Especias navegando a occidente (rumbo sur-suroeste),
es decir, por el hemisferio español, y encontrar un canal
(estrecho de Magallanes, desde su hallazgo) entre las
dos masas oceánicas. Su empeño fue titánico. Las
capitulaciones estipulaban algunas cuestiones de sumo
interés, a tener presente por el mando supremo, tres
para concretar: reunir al consejo de los capitanes de las
cinco naves (Trinidad, San Antonio, Concepción,Victoria
y Santiago) y dar cuenta de las decisiones; conducir la
expedición con diligencia, sin pérdida de tiempo,
siempre que las circunstancias no lo impidieran; derecho
a descubrir durante diez años y privilegios. Con relación
a esta última cláusula, no pudo ser por la muerte trágica
del actor.
Con relación a las dos primeras disposiciones, su
sentido de autoridad única no facilitó el diálogo con los
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Pliegos de Rebotica
´2016
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Fernando de Magallanes
y
Juan Sebastián Elcano
Joaquín Herrera Carranza