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Pliegos de Rebotica
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rren personas con dolencias del alma cuyo abordaje de-
be ser realzado con exquisita delicadeza.A nuestros vo-
luntarios se les proporciona, más allá de las cualificacio-
nes que cada uno pueda tener, una formación específica
relacionada con la escucha activa y las actitudes empá-
ticas que les permita contactar con las emociones de
los llamantes. Los voluntarios que se comprometen con
nosotros, saben que se comprometen a participar en
procesos de formación permanente.
–¿Es f r ecuen t e que l as pe r sonas que han
s i do ayudadas l l amen pos t e r i o rmen t e pa-
ra comun i car que su prob l ema s e r e so l v i ó
y da r l as g r ac i as po r l a ayuda que l e s
p r e s t a ro n ?
–La mayoría dan las gracias cuando concluye su llama-
da porque se han sentido bien acogidos, respetados y
escuchados.
–
Y hay alguna que luego se haya ofrecido
como voluntaria pa-
ra atender uno de
l os t e l é f onos y de
esta manera devol-
ve r l a r i queza hu-
mana que ella obtu-
vo allí?
–Algunos hay. Cuando
después de un tra-
bajo terapéutico
sobre sí mismos
se sienten capaces
de devolver parte
de la ayuda que
han recibido hay
a l g u no s q u e s e
ofrecen como vo-
luntarios. Las per-
sonas que les han
acompañado en su
proceso asumen la
responsabilidad de
decirles si les ven
preparados para esa tarea o si, por el contrario, la
prudencia exige que prolonguen su proceso de sa-
nación y de formación.
–¿Se ha recibido alguna vez la llamada de
algún bromi s t a?
Sí, alguna vez, pero es algo de muy escasa relevancia.
–Creo que los que se ocupan de los teléfonos
tienen un trabajo realmente duro ¿qué les lle-
va a hacerlo?
–Eso responde siempre a convicciones profundas
que tienen que ver con la disposición a la solidari-
dad, al deseo de sr útiles a los demás, a la asunción
de valores morales… Luego, los voluntarios van des-
cubriendo que ayudar a los demás es una fuente de
felicidad, algo que da sentido a la propia vida y hace
que ésta merezca un poco más la pena.
–¿No es frecuente que se "quemen" y hayan
de cambiar de activi-
dad?
La preparación que re-
ciben les da muchas ar-
mas para que eso no su-
ceda. Los voluntarios
que, tras un periodo de
colaboración, o van de-
jando, lo hacen
porque entienden
que ha finalizado
un ciclo, más o
menos largo de
su vida. Sí le pue-
do decir que la
mayoría lo hacen
con sentimientos
de gratitud hacia
la Asociación y
con gran satisfac-
ción por el tiem-
po que colabora-
ron en ella.
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Los voluntarios van descubriendo
que ayudar a los demás es una
fuente de felicidad, algo que da
sentido a la propia vida y hace
que ésta merezca un poco más
la pena.
