Panorama Actual del Medicamento (PAM) - Nº 364 - Junio 2013 - page 15

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Panorama Actual del Medicamento
REVISIÓN
longar la vida o el tiempo hasta la instauración de
ventilación mecánica.
En una revisión sistemática de los cuatro princi-
pales ensayos clínicos controlados disponibles con
riluzol para determinar los efectos del fármaco sobre
su supervivencia (sin necesidad de traqueotomía) en
total de 1.477 pacientes estudiados, los resultados
agrupados mostraron (
Miller, 2012
) que la admi-
nistración diaria de 100 mg de riluzol produjo be-
neficios en un grupo homogéneo de pacientes en
los dos primeros estudios (tasa de riesgo; HR=0,80;
CI
95%
0,64 a 0,99; p=0,042); cuando a estos se
les añadió los procedentes del tercer estudio (que
incluía a pacientes más ancianos y con fases más
avanzadas de la enfermedad), el efecto global del
tratamiento se redujo algo, aunque siguió siendo
significativamente beneficioso (HR=0,84; CI
95%
0,698 a 0,997; p=0,046). En términos clínicos, esto
representa una mejora del 9% en la probabilidad
de sobrevivir un año (49% en el grupo placebo vs.
58% con riluzol) y un incremento de la superviven-
cia media de tres meses (11,8 vs. 14,8).
Sin embargo, no hay evidencias de que el riluzol
tenga un efecto favorable sobre la función motora,
la función pulmonar, las fasciculaciones, la fuerza
muscular o los síntomas motores. Se estima que el
NNT
(número de pacientes que deben ser tratados)
para retrasar una muerte 12 meses es de 11, lo que
sugiere una eficacia muy modesta. Además, tiene
poco efecto cuando se administra en las fases más
avanzadas de la enfermedad y no está claro durante
cuánto tiempo debe administrarse el tratamiento.
En cualquier caso, el tratamiento debe instaurarse
tan pronto como se diagnostique la enfermedad. La
dosis diaria recomendada para adultos o pacientes
de edad avanzada es de 50 mg/12 h. El empleo de
dosis mayores no incrementan significativamente el
beneficio terapéutico.
No se conoce cuál es el mecanismo exacto de
acción del riluzol, aunque podría actuar inhibiendo
la liberación de ácido glutámico, limitando así el me-
canismo excitotóxico de la ELA. Asimismo, parece
tener un efecto bloqueante específico sobre los ca-
nales del sodio, lo que podría contribuir a limitar la
liberación de ácido glutámico al espacio sináptico.
El fármaco no parece ser especialmente tóxico,
siendo raros los efectos adversos graves. No obs-
tante, algunos efectos adversos menos relevantes
clínicamente pueden ser bastante comunes. En con-
creto, la fatiga aparece en el 26% de los pacientes
vs. 13% con placebo. Otros efectos adversos que
pueden aparecer con frecuencia superior al 10%
son astenia, náuseas y una elevación de los niveles
de transaminasas. Dicha elevación ocurre habitual-
mente a partir de los 3 meses de tratamiento pero
suele ser transitoria, disminuyendo paulatinamente
sin necesidad de suspender el tratamiento en la ma-
yoría de los casos. Con menor frecuencia (1-10%)
pueden aparecer diarrea, dolor abdominal, vómitos,
cefalea, mareos, parestesia, somnolencia y dolor.
Líneas farmacológicas en investigación
En los últimos años han ido apareciendo datos
procedentes de ensayos clínicos con diferentes fár-
macos potencialmente útiles en el tratamiento etio-
lógico de la ELA y con mecanismos de actuación
muy variados. Lamentablemente, los resultados han
sido decepcionantes en la mayoría de los casos y por
el momento no existe ningún aval científico de que
los siguientes medicamentos o sustancias resulten
útiles: vitamina E, testosterona, antioxidantes como
la coenzima Q
10
o el
Ginkgo biloba
, inmunoglobuli-
nas, ciclosporina, interferones, glatirámero, factores
neurotróficos (como el factor neurotrófico derivado
del cerebro o
BDNF
), ceftriaxona, , gabapentina,
minociclina, sales de litio, topiramato, oxandrolona,
pentoxifilina, celecoxib, indinavir...
La utilidad del
factor de crecimiento similar a
insulina de tipo 1
IGF-1
– o su versión recombi-
nante la
mecasermina
, han sido estudiadas en tres
ensayos clínicos, cuyos resultados han sido agru-
pados en un meta-análisis (
Beauverd, 2012
), inclu-
yendo un total de 779 pacientes estudiados. En el
primero de los estudios (llevado a cabo en Europa
sobre 183 pacientes), la variación media en la pun-
tuación de la escala AALSRS (
Appel Amyotrophic La-
teral Sclerosis Rating Scale
) después de 9 meses no
fue estadísticamente significativa (-3,3 puntos; CI
95%
-8,68 a 2,08); por parte, el estudio norteamericano
(266 pacientes) mostró una diferencia significativa
de -6,0 puntos (CI
95%
-10,99 a -1,01) y, al combinar
ambos, la diferencia alcanzó significación estadística
(-4,75 puntos; CI
95%
-8,41 a -1,09). Sin embargo,
en el tercero de los estudios, también realizado en
Norteamérica (330 pacientes) pero con criterios más
estrictos, no se encontraron diferencias estadística-
mente significativas frente al placebo. En cualquier
caso, no parece que se registrarse un incremento de
la supervivencia de los pacientes con ELA tratados
con IFG-1.
Atendiendo al papel de la
creatina
en la pro-
ducción de ATP, ha sido objeto de estudios experi-
mentales en modelos animales de ELA, habiéndose
obtenido algunos resultados interesantes, especial-
mente en ratones, donde se registró un incremento
1...,5,6,7,8,9,10,11,12,13,14 16,17,18,19,20,21,22,23,24,25,...108
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