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Panorama Actual del Medicamento
REVISIÓN
las 7.750 inscripciones, procedentes a 52 Colegios
pertenecientes a todas las provincias españolas.
Como paso previo, se consideró como impres-
cindible que el farmacéutico pudiera reconocer los
signos de derivación del paciente al médico, como
pueden ser la detección precoz a un paciente no
diagnosticado, la identificación de pacientes in-
cumplidores del tratamiento antihipertensivo, far-
macológico o no, o la verificación de inseguridad
o inefectividad del tratamiento prescrito. En este
caso, de forma consensuada con la SEH-LEHLA, se
consideraron los siguientes motivos, causas prin-
cipales de derivación al médico:
–– Valores de presión arterial >140-90 mmHg
en repetidas lecturas.
–– Grandes diferencias en el valor de la medida
en ambos brazos.
–– Tensión arterial no controlada e hipertensión
no diagnosticada.
–– Hipertensión durante el embarazo.
–– Sospecha de hipertensión secundaria, de ori-
gen no farmacológico.
–– Hipertensión asociada a insuficiencia renal
crónica, niveles altos de albúmina en orina.
–– Hipertensión refractaria o resistente (previo
descarte del efecto de “bata blanca”).
–– Sospecha de efecto de bata blanca cuando
no pueda confirmarse por monitorización
ambulatoria de la presión arterial.
–– Tratamiento de las emergencias hipertensivas.
Se define como
dispensación
al acto profesio-
nal del farmacéutico ante la solicitud de un me-
dicamento por un paciente, mediante una pres-
cripción médica o sin ella, en el caso de que desee
automedicarse. Conlleva un intercambio de infor-
mación farmacéutico-paciente sobre el medica-
mento, para asegurar que no es inadecuado para
la persona a la que va dirigida, y que ésta conoce
cuál es el objetivo de dicho tratamiento (para qué
lo toma), cómo ha de tomarlo (pauta posológica),
durante cuánto tiempo, etc. en orden a garantizar
un uso seguro del tratamiento, y a prevenir/evitar
situaciones de riesgo de sufrir problemas asocia-
dos a la seguridad y efectividad y a obtener un
resultado negativo del tratamiento.
Este servicio de dispensación se caracteriza por
entregar el medicamento y/o el producto sanitario
en condiciones óptimas (principal requerimiento
del usuario) y de acuerdo con la normativa legal
vigente, y proteger al paciente frente a la posi-
ble aparición de problemas relacionados con los
medicamentos. Esto implica que, además de la
entrega del medicamento, la dispensación debe
servir como:
–– Fuente de información para los pacientes
sobre la medicación que van a utilizar
–– Filtro para la detección de situaciones en las
que hay un riesgo de sufrir problemas rela-
cionados con los medicamentos, y
–– Fuente de información para el farmacéutico,
a partir de la cual tome la decisión más be-
neficiosa para el paciente, que puede ser una
de las siguientes:
oo
Dispensar el medicamento con infor-
mación suficiente.
oo
Ofrecer una asistencia complementaria
mediante otro servicio de atención farma-
céutica (educación sanitaria, farmacovigi-
lancia, seguimiento farmacoterapéutico).
oo
No dispensar sin remisión o previa con-
sulta al médico u odontólogo.
El ejercicio de la dispensación debe cumplir con
al menos tres requisitos básicos:
–– Ofrecer cobertura al 100% de los consumi-
dores.
–– Responder a las expectativas del paciente:
agilidad suficiente y eficiencia en el servicio.
–– Poder integrarse en la rutina diaria del ejerci-
cio profesional del farmacéutico.
Para que el proceso de dispensación sea un ser-
vicio de Atención Farmacéutica, el farmacéutico
ha de considerar y tener en cuenta que debe ser
realizada siempre por un farmacéutico o bajo su
supervisión personal y directa, que debe verificarse
sistemáticamente al menos que el paciente conoce
el objetivo del tratamiento, la forma de adminis-
tración correcta del medicamento. Con la informa-
ción disponible en ese momento, el farmacéutico
debe considerar que el medicamento no es inade-
cuado para el paciente (medicación concomitante,
otras enfermedades, embarazo, etc.).
Además el farmacéutico valorará todos aque-
llos aspectos que a su juicio sea necesario tener
en cuenta para ese paciente y/o medicamento
concreto en orden a maximizar la protección del
paciente. Proteger al paciente frente a la posible
aparición de problemas relacionados con los medi-
camentos, en tal caso detectando e identificando
problemas relacionados con los medicamentos
(PRM) como posible causa de la sospecha de sufrir