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FARMACOECONOMÍA
Panorama Actual Med 2013; 37 (362): 320-323
La insuficiencia cardiaca (IC) es un síndrome de-
finido por una sintomatología típica, como disnea
en reposo o con esfuerzo, así como signos típi-
cos, tales como taquicardia, taquiapnea, derrame
pleural, edema periférico, etc. Y una anomalía es-
tructural o funcional del corazón. Se trata de una
enfermedad con una gran prevalencia, afectando
aproximadamente al 2% de la población de edad
superior a 40 años y al 6-10% de los mayores de
60. Además, la IC provoca la mayor cantidad de
hospitalizaciones en los mayores de 65 años, siendo
su mortalidad muy elevada: el riesgo de muerte a 4
años es del 50%, pero si el estado es grave, dicho
riesgo llega a ser anual. Finalmente, es una pato-
logía que consume una muy elevada cantidad de
recursos sanitarios, lo que llega a suponer hasta el
1,8-3,1% del presupuesto sanitario.
La gravedad de la IC se establece habitualmente
mediante la clasificación funcional de la
New York
Heart Association
(NYHA), estableciendo 4 cate-
gorías en base a como se afecta la actividad física
del paciente, siendo las denominadas III y IV, las
de mayor severidad. Para reducir la sintomatología,
así como las hospitalizaciones y la mortalidad aso-
ciada a la enfermedad, los pacientes son tratados
inicialmente si hay disfunción sistólica con fracción
de eyección del 40%, con IECAs, betabloqueantes
(carvedilol, bisoprolol, metoprolol y nebivolol), ARA
II (losartan, valsartan y candesartan). Si estuvieran
contraindicados, se administra hidralacina y dini-
trato de isosorbide. Los antagonistas de la aldoste-
rona (espironolactona y eplenorona) se administran
junto con alguno de los anteriores en fases avanza-
das (III-IV) o menores tras un infarto. Los diuréticos
del asa (furosemida y torasemida) y los tiazídicos
(hidroclorotiazida y clortalidona) son beneficiosos
para tratar la sintomatología en estadios II-IV. La
digoxina se utiliza en pacientes sintomáticos con
fibrilación auricular o disfunción ventricular.
En muchos pacientes, a pesar de administrarse
un tratamiento farmacológico adecuado, se ob-
serva una mala calidad de vida y una tasa alta de
mortalidad. En ellos, la resincronización cardíaca
es un tratamiento alternativo. Se trata de un dis-
Estudios de farmacoeconomía
Ángel Sanz Granda
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positivo que mejora la eficacia del bombeo san-
guíneo, coordinando las partes del corazón que
funcionan asincrónicamente. En esencia, este tra-
tamiento actúa sobre el retraso aurículoventricu-
lar, inter e intraventricular e intermural, mejorando
la función cardíaca sin aumentar el consumo de
oxígeno. No obstante, los elevados costes de los
dispositivos sanitarios mencionados hace necesa-
rio realizar evaluaciones económicas que analicen
la eficiencia de los mismos.
Eficiencia de la terapia de
resincronización versus
tratamiento farmacológico en
insuficiencia cardiaca
En este estudio, los autores
1
analizan, para el
entorno sanitario español, la eficiencia comparada
de la terapia de resincronización cardíaca respecto
del tratamiento farmacológico, en el tratamiento de
pacientes con insuficiencia cardíaca grados III y IV.
Para llevar a cabo dicho estudio, se adaptó un
modelo de Markov al entorno de nuestro país,
analizando 3 alternativas: tratamiento farmacoló-
gico (TF) sólo, adición de terapia de resincroniza-
ción cardíaca (TRC) al TF y, finalmente, TRC con
capacidad desfibriladora (TRC-D) junto con el TF.
El análisis se llevó hasta la muerte de la cohorte
inicial de los pacientes, desde la perspectiva del
sistema español de salud.
Los datos de efectividad se tomaron de regis-
tros españoles de pacientes con IC, determinando
que la cohorte que entraría al modelo tendría una
edad media de 69,3 años y estaría compuesta en un
39,5% por mujeres. Esta cohorte inicial, para las al-
ternativas con dispositivo sanitario, comenzaba con
la implantación del mismo. A partir de ello, el pa-
ciente podría morir o no; en este último caso podría
permanecer estable o, por lo contrario, agravar su IC
requiriendo hospitalización, presentar una infección
por el dispositivo o que el cable-electrodo sufriera
un desplazamiento. Si el dispositivo implantado era
el de TRC, cuando se observara arritmia subsidiaria
1
Callejo D, Guerra M, Hernández A, Blasco J.
Evalua-
ción económica de la terapia de resincronización. Rev Esp Car-
diol. 2010; 63(11): 1235-4.