41
Panorama Actual del Medicamento
REVISIÓN
tada, por la etiología de la lesión y, además, por
factores inherentes al propio individuo: edad y
estado general. Existen factores de riesgo que
empeoran el pronóstico de la quemadura, como
por ejemplo endocrinopatías, coagulopatías,
inmunodeficiencias, nefropatías, cardiopatías o
malnutrición.
En función de estos factores se puede llegar a
los siguientes diagnósticos:
• Paciente quemado: es todo aquel que sufre
una quemadura de cualquier extensión y
profundidad. Término muy poco específico.
• Paciente quemado leve: es todo el que sufre
quemaduras en menos del 10-15% de SCTQ,
sin complicaciones ni otros factores de gra-
vedad.
• Paciente quemado grave: es aquel que sufre
quemaduras de entre un 15-20 a un 40-50%
de SCTQ, sin complicaciones sobreañadidas.
• Paciente quemado crítico: es aquel que sufre
quemaduras de más del 50% de SCTQ, o
quemaduras de menor extensión pero con
complicaciones sobreañadidas.
CRITERIOS DE DERIVACIÓN A HOSPITAL
Es difícil definir con exactitud los criterios de
derivación ya que existe una gran cantidad de fac-
tores influyentes en esta decisión, que incluyen los
inherentes al propio paciente, y otros referentes
a aspectos estructurales y organizativos: caracte-
rísticas personales físicas, psíquicas y sociales del
paciente, recursos disponibles en cada centro,
experiencia del profesional responsable, criterios
de aceptación del centro de referencia, índice de
ocupación, etc. Aunque se calcula que sólo el 5%
de las quemaduras precisan derivación a un centro
hospitalario.
1. Quemaduras de segundo grado con exten-
sión > 10 % y de tercer grado con exten-
sión > 3-5 % de la superficie corporal total
(SCT). Se ha de valorar la derivación en las
quemaduras de primer grado si ésta afecta
a las zonas de riesgo (punto b) o bien si su
extensión es superior al 10 % de la STC en
los niños.
2. Quemaduras en cara, manos, pies, perinea-
les, genitales y articulaciones mayores, sobre
todo si son de segundo o de tercer grado
de profundidad (alta probabilidad de secue-
las funcionales y estéticas, así como elevado
riesgo de infección, dado que son zonas ha-
bitualmente colonizadas por gérmenes).
3. Afectación del estado general.
4. Quemaduras químicas o eléctricas.
5. Quemaduras asociadas a lesiones por inha-
lación.
6. Quemaduras circunferenciales a tronco, cue-
llo o extremidades (asfixia o síndrome com-
partimental )
7. Quemaduras que tardan más de tres sema-
nas en epitelizar.
8. Individualizar en los siguientes casos: patolo-
gía crónica concomitante, niños menores de
5 años, mayores de 60 años y quemaduras
asociadas a fracturas o lesiones-heridas pe-
netrantes.
9. Problemática socio-cultural o bien sospecha
de cuidadores inadecuados (5).
10. Sospechas de maltratos (por ejemplo en el caso
de sospecha de quemaduras con cigarros).
TRATAMIENTO DE LAS QUEMADURAS
En un primer lugar se debe realizar una valora-
ción general de la quemadura teniendo en cuenta
aspectos como la extensión (regla de los nueve),
profundidad, zona anatómica, edad del paciente,
estado de salud previo a la quemadura, etiología
de la misma, hora de la quemadura (cuanto más
tiempo se tarde en tratar, mayor riesgo de compli-
caciones) y finalmente las posibles complicaciones
que puedan derivarse de la quemadura.
En caso de ser una quemadura menor los pri-
meros pasos a dar son los siguientes:
1. Separar el paciente del agente etiológico.
2. Se debe retira la ropa, anillos y joyas si pre-
cisa. No se recomienda retirar la ropa si está
muy pegada a la piel o bien si la quemadura
es muy extensa.
3. A continuación lavar con suero fisiológico
o con agua, según si la primera atención se
practica en un centro sanitario o bien fuera
de él, durante un mínimo de 20 minutos,
a temperatura tibia (el agua fría provocaría
vasoconstricción y puede empeorar la exten-
sión y/o la profundidad de la lesión, aumen-