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a medicina actual está sostenida por el
positivismo, con bases científicas, a
partir de hipótesis contrastadas por la
experimentación y sometida a procesos
de falsación. Hemos pasado de un
primitivo sistema de curación basado en
procesos mágicos, donde el enfermo era el
sujeto, a un sistema en el que prima la etiología,
que analiza las causas de la enfermedad por
distintos procedimientos técnicos, cuyos
resultados son finalmente interpretados por
expertos, los cuales deciden los remedios
adecuados para la curación. El avance ha sido de
gigantes, pero se ha perdido gran parte del
componente inmaterial del proceso de sanación
o se ha sustituido por medios alternativos: así, en
los centros hospitalarios se cuida el trato al
enfermo, la elección de menú, la introducción de
sistemas de soporte anímico -sobre todo para
los más pequeños-, etc.
En realidad, la curación trata de reparar la
alteración de un enfermo, tanto en su ámbito
material -la disfunción que provoca el mal físico-,
como de recuperar su
equilibrio emocional,
como corresponde a la
simbiosis psicosomática
de los individuos.
Equilibrio que incide de
manera favorable en la
curación.
En el libro titulado
Robles, hombres y
dioses, que he publicado
recientemente, menciono
algunos ritos de curación
simbólica, basados en el
rito de paso a través de
jun árbol hendido. A
principios del siglo XX, el
antropólogo francés
Arnold van Gennep puso
en evidencia las
transiciones en el
desarrollo del individuo,
que en todas las culturas
se celebra con ritos especiales, lo que definió
como ritos de paso. De ellos el más evidente y
generalizado es el rito de iniciación, en el acceso
a la pubertad. Son también ritos de paso aquellos
que representan un renacimiento, una vuelta
figurada al parto, como medio para cambiar las
circunstancias que afectan al individuo, una
segunda oportunidad bajo nuevas condiciones. Es
lógico que esta idea se relacione con la
enfermedad y la posibilidad de reparar el
desequilibrio que afecta al enfermo, en busca de
una nueva vida, libre de la tara que le afecta.
Existen manifestaciones antropológicas que
escenifican ese nuevo nacimiento como medio
sanatorio, en las que se aúnan símbolos físicos,
jaculatorias, tiempos mágicos, escenarios
apropiados, actores de claro significado religioso,
etc. Uno de los ritos de esta naturaleza que
aparece con mayor frecuencia en los estudios
antropológicos -tal vez todavía vivo- es el paso
del enfermo, a través de la abertura de un tronco
de árbol.
Cambia la especie
arbórea utilizada, según
los lugares: higuera,
sauce, fresno y, sobre
todo, roble, en este
caso debido a su
deificación, como
aportación de las
culturas griega y
romana, que
condicionan la
cosmovisión del
hombre occidental. El
tiempo y lugar del rito
se seleccionan
cuidadosamente o se
reproducen si es
necesario. Como
escenario, son
apropiados los lugares
sagrados: ermitas,
atrios, cementerios o
sacralizados mediante
el dibujo de un círculo
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Jesús Izco
Pliegos de Rebotica
2019
Simbolismo y
curación
Rito paso en Galicia (Gonzalez, 1989)