apropiado. La medianoche, la hora de brujas, la
hora ideal.
Elegido el árbol se hiende de arriba abajo y se
abre, o se atan ramas para formar un ojal, como
representación de la vulva, y se pasa al enfermo
de un lado a otro, a modo de nuevo nacimiento.
Son obligados dos oficiantes, uno a cada lado de
la abertura, más, a veces, otras personas que
participan como comparsas. Los oficiantes son
familiares cercanos, por lo general el padre y la
madre, los padrinos u otros. Lo importante no es
tanto el grado de relación sino el papel que
juegan y, para ello, se identifican con personajes
sagrados en la obra teatralizada: María como
Madre de Dios, Pedro y Juan en alusión a ambos
apóstoles o, en el caso de Juan, al Bautista. El
paso de un lado a otro va acompañado de
jaculatorias varias, en las que se especifica el
deseo de curación para el enfermo, citado por su
nombre. Entre la amplia información española,
Elisardo Becoña, en su trabajo sobre la medicina
popular gallega, transcribe una jaculatoria
empleada en la curación de la hernia infantil, que
hace alusión a la necesidad de cerrar la abertura
inguinal por la que sobresale parte del paquete
intestinal.
¡Toma, María!
¡Toma, María!
¿E ti que me das?
¿Qué me das?
Eu douche a... (nome do neno)
Te doy a… (nombre del niño)
estouno a pasar para acá, que lo paso para acá,
para que Dios lo sande,
para que Dios lo sane,
e o cure,
y lo cure,
e o ligue,
y lo ligue,
e o sande.
y lo sane,
Conforme vai sandar este pau,
Así como va a sanar este árbol,
que o sande el Señor
que lo sane el Señor
a él tamén.
a él también.
La jaculatoria remata por lo general de un
repetido En honor de la Virgen María. Un padre
nuestro y una avemaría. Tras el paso del enfermo
varias veces, en número también mágico, acabado
el ceremonial, se juntan ambas partes del árbol,
se ligan fuertemente con cuerdas y se cubre la
herida con barro o con bosta de vaca. La
sanación va ligada a la sanación del árbol, si el
árbol suelda la herida el enfermo sanará a su vez,
en caso contrario el rito habrá fracasado. Si es
así, el fracaso será atribuido al incumplimiento de
alguna de las numerosas y complejas condiciones
requeridas para el éxito del proceso de curación
y habrá que reproducirlo de nuevo.
Los estudios realizados sobre estos procesos
mágicos de curación describen el dónde, el
cuándo y el cómo, pero no aportan información
sobre el estado de ánimo del enfermo. ¿Cuáles
son sus sensaciones? ¿Qué esperan? Al menos, en
algunas enfermedades ¿Tiene efecto? La
respuesta rotunda, no hay efecto directo en la
mayoría de enfermedades, pero hay que
plantearse el ánimo con el que sobrelleva el
paciente esa enfermedad. Probablemente su
disposición no es la misma si hay un entorno
favorable a su estado anímico que si es negativo
o falta. La actitud de los familiares y amigos que
rodean al enfermo y el comportamiento de los
sanitarios resultan así esenciales para mantener
el espíritu del paciente, para colaborar en el
mantenimiento o en la recuperación de la salud,
entendida ésta en su sentido más amplio, con
incidencia en la parte no orgánica del enfermo,
como en los procesos indicados más arriba,
cuando no había alternativa racional, positivista
para tratar la enfermedad.
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Pliegos de Rebotica
2019
Escenificación del rito de paso en el País Vasco
(Asensio et al. 1990. Árboles singulares de Euskadi.
Gobierno Vasco. Vitoria)