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Pliegos de Rebotica
2019
Presentaciones de libros, conciertos de sonatas
de piano y violín, representaciones de escenas
teatrales y hasta veladas necrológicas para
honrar la memoria de poetas fallecidos.
Lo que no se toleraba era la conducta
non sancta
y por lo mismo, Margarita Nelken no estaba bien
vista por jactarse de tener muchos amantes.
El Club contaba con una Biblioteca de más de tres
mil volúmenes, siendo los más demandados los
libros de Gregorio Martínez Sierra que como es
sabido, los escribía su mujer María Lejárrega
casualmente socia del Club. Esta mujer culta e
inteligente prefirió quedar en el anonimato a favor
de su marido.Todo lo que escribía María lo firmaba
Gregorio y ella oficialmente no era nadie.
Uno de los hombres que visitaron el
Lyceum Club
declaró a una revista “Los hombres que visitamos
el
Lyceum
o tomamos una taza de té invitados
por alguna de las asociadas, tenemos siempre una
actitud de recogimiento y de prestado”.
Instaurada la Segunda República el
Lyceum
y
algunas de sus socias se politizan algo más y
opinan sobre los cambios políticos que se han
producido en la sociedad, algo que provoca más
rechazo hacia ellas desde algún tipo de prensa
como
El Siglo Futuro
que las declara “mujeres
enemigas del hogar cristiano”. No contentos con
eso afirman que el club es un centro femenino al
que pueden pertenecer, sin escrúpulos de
conciencia, las señoras católicas.Y critican un
baile celebrado en la sede, llamado baile de arte,
una mascarada compuesta de varios grupos
representando
el Cubismo, el Sport, Boys and Girls.
El
Lyceum
sigue creciendo en número de socias y
actividades culturales y sociales, como la creación
de la Casa de los Niños institución educativa
gratuita para hijos de mujeres trabajadoras que
estaban insuficientemente alimentados, mal
vestidos y con poca higiene, donde eran
atendidos por enfermeras tituladas. Los niños
permanecían en el centro desde las 8 de la
mañana a las 8 de la noche.
Los salones de la Casa de las Siete Chimeneas se
les quedan pequeños y el
Lyceum
cambia de sede,
mudándose a San Marcos 41. Conferencias de
Ricardo Baroja, de Rafael Alberti, Federico García
Lorca, Gonzalo.R. Lafora, Julian Moret, Ernesto
Gimenez Caballero, Ramón Gomez de la Serna.
Exposiciones de esculturas de Mariano Benlliure, de
telas de Fortuny.Todo tiene cabida en el
Lyceum
.
Una de las mujeres más interesantes del
Lyceum
es Victorina Durán, pintora, figurinista,
escenógrafa y encargada de vestuario en la
compañía teatral de Margarita Xirgu. En 1929
obtuvo por oposición la cátedra de Indumentaria
del Real Conservatorio de Madrid y se ganó por
ello la admiración de varios hombres que
organizaron un banquete en su honor en el
Hotel Nacional de Madrid, como son Fernando
Álvarez de Sotomayor, Mariano Benlliure, José
Moreno Carbonero y Miguel Martínez de la Riva.
Victorina mantenía una amistad especial con
Matilde Calvo Rodero, su compañera en la
Escuela de Bellas Artes de San Fernando donde
se especializaron en las técnicas de Batik y cuero
y las expusieron en la sede del
Lyceum
. Carmen
Baroja respetaba esa relación pero criticaba el
aspecto de masculinidad que tenían. Lo
importante es que las dos eran unas
extraordinarias artistas, muy admiradas. Matilde
Calvo era una especialista de la encuadernación
en cuero, premiada en la Exposición Internacional
de Artes Decorativas de Paris en 1923 y en la
Exposición Nacional de 1926. Creó una
maravillosa carpeta en piel de cabra, con cristal,
seda y bronce.
LOS BOTICARIOS
Clara Campoamor
Elena Fortún
La famosa carpeta de Matilde
Calvo presentada en Exposiciones
de Artes Decorativas.
Matilde Huici