E
E
n aquellos años dorados en que
todas las farmacias hacían guardias
por turno, y el liberalismo no había
conseguido los horarios ampliados,
hubo muchos farmacéuticos que
cultivaban en esas horas de soledad aficiones
de toda índole: literarias, artísticas y
científicas.
Buena prueba de ello son artículos, cuentos
y novelas que se han gestado en horas de
guardia, o que tratan sobre este particular
momento de soledad, en el que el
farmacéutico tiene tiempo para reflexionar.
Por ello quiero traer a colación algunas
maravillosas historias como el cuento “La
boticaria” de
Antón Chejov
; la novela de
Raúl Guerra Garrido
“
La sueca desnuda
” o
la serie de más éxito de la televisión en
España que fue sin lugar a dudas “
Farmacia de
Guardia
”, dirigida por
Antonio Mercero
con el papel estelar de
Concha Cuetos
y
Carlos Larrañaga
, todas ellas expresión
de la situación en que se encuentra el
farmacéutico, o su esposa, que como en el
cuento de Chejov, son protagonistas de
sucesos insólitos, en esas largas y en
ocasiones frías o calurosas, noches de
guardia.
También, todo hay que
decirlo, las guardias han
sido un buen momento
para hablar con clientes,
conocidos o no, sobre aspectos
de la política o de la vida diaria y, en
algunos casos prolongar las tertulias de
rebotica en noches de verano como bien se
refleja en los versos de
Antonio Machado
,
escritos en 1913 en su retiro de Baeza, en
el que trabó amistad con el boticario
Adolfo Almazán
, que para más señas era
profesor de gimnasia en el Instituto:
“Es de noche. Se platica
Al fondo de una botica.
-Yo no sé
Don José
Cómo son los liberales
Tan perros, tan inmorales.
-¡Oh, tranquilícese usté!
Pasados los carnavales
Vendrán los conservadores
de su casa.
Todo llega y todo pasa”.
Ahora, las cosas son un poco diferentes, la
tecnología ha cambiado nuestros hábitos. Se
habla menos y se navega mucho por
Internet.
En guardias nocturnas nuestros compañeros
más jóvenes hacen cursos
on line
o mejoran
sus conocimientos en temas
científicos, y los mayores cultivan
aficiones de toda índole: preparan
viajes, se informan sobre vinos, y
en algunos casos buscan
objetos de coleccionismo, al
que muchos farmacéuticos
son aficionados.
Enrique Granda Vega
Las guardias
en la farmacia
literatura, ciencia y
coleccionismo
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Pliegos de Rebotica
´2017
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Con la aportación de
María Jesús González Casi