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Panorama Actual del Medicamento
NUEVOS FÁRMACOS
mientras que en terapias
add-on
con insulina
es de 42,1 vs. 38,9%, con sulfonilurea del 22,7
vs. 15,2%, con sulfonilurea más metformina del
22,0 vs. 18,4% y del 47,2 vs. 21,6 con sulfonilu-
rea más insulina. El porcentaje de pacientes que
abandonaron el tratamiento de forma prematura
por eventos adversos fue del 9,1%, fundamental-
mente por náuseas (3,1%) y vómitos (1,2%).
ASPECTOS INNOVADORES
La lixisenatida es un agente antidiabético que
actúa mimetizando de forma prolongada las ac-
ciones fisiológicas del GLP-1 (péptido similar al
glucagón, 1), una hormona que forma parte de
la familia de las incretinas. Está estrechamente re-
lacionada farmacológica y estructuralmente con
la exenatida y la liraglutida. La lixisenatida actúa
sobre los receptores fisiológicos del GLP-1, sobre
los que muestra una afinidad cuatro veces mayor
que el propio GLP-1. Su efecto sobre tales recep-
tores incrementa la secreción de insulina – de una
forma dependiente de la glucemia – por parte de
las células beta pancreáticas, suprimiendo la de
glucagón por las células alfa, sin que por ello la
lixisenatida afecte a la respuesta global del glu-
cagón ni a otras hormonas en situación de hipo-
glucemia. Adicionalmente, la lixisenatida tiende a
enlentecer el vaciamiento gástrico y, con ello, la
velocidad con que aumenta la glucemia tras las co-
midas. El fármaco carece de actividad significativa
sobre otros tipos de receptores o canales iónicos.
Ha sido autorizada para el tratamiento de diabetes
mellitus tipo 2 en adultos para alcanzar el control
glucémico, en combinación con medicamentos
hipoglucemiantes y/o insulina basal cuando estos,
junto con la dieta y el ejercicio, no proporcionan
un control glucémico adecuado.
La eficacia clínica de la lixisenatida, tanto en
monoterapia como en tratamientos adicionales a
otros antidiabéticos, en pacientes con diabetes de
tipo 2 inadecuadamente controlados es modesta
aunque clínicamente relevante, produciendo re-
ducciones significativas de los niveles de hemog-
lobina glucosilada (HbA
1C
) en torno de 0,74-0,92
puntos porcentuales, frente a 0,36-088 con pla-
cebo. También afecta favorablemente al peso de
los pacientes, produciendo descensos medios de
1 kg en tratamientos de seis meses (en relación al
placebo), en línea con lo observado con otros aná-
logos de GLP-1, como la exenatida y la liraglutida.
Es comparable a la exenatida en términos de
reducción de la hemoglobina glucosilada, si bien
la reducción de peso conseguida con exenatida
es algo mayor (4,0 vs. 3,0 kg). En cambio, ésta
produce más episodios de náuseas (25 vs 35%) y
de hipoglucemia sintomática (2,5 vs. 7,9%) que
la lixisenatida. En comparación con la liraglutida
produce un efecto más marcado que ésta sobre la
glucemia postprandial, lo que le proporciona un
mayor control glucémica, aunque su efecto sobre
la hemoglobina glucosilada sea similar.
Los datos clínicos disponibles presentan algunas
limitaciones; en particular, hay pocos datos relati-
vos a pacientes mayores de 75 años, pese a que en
esta población la prevalencia de diabetes de tipo 2
supera ampliamente el 20%. No obstante, el aná-
lisis estratificado por edad no muestra diferencias
sustanciales entre los diversos grupos, como tam-
poco se aprecian considerando el sexo, la raza, el
nivel basal de hemoglobina glucosilada, el índice
de masa corporal (IMC), la duración de la diabetes
o el grado de funcionalismo renal, siendo en todos
los casos las diferencias observadas con lixisena-
tida estadísticamente superiores al placebo.
En cuanto al perfil farmacológico, éste es per-
fectamente superponible al de otros análoogos
de GLP-1, aunque parece ser algo mejor tolerada
que la exenatida, siendo los efectos adversos más
comunes las náuseas, los vómitos y la diarrea. El
riesgo hipoglucemia sintomática no parece ser ele-
vado, aunque en asociación a una sulfonilurea y/o
insulina, puede llegar a serlo.
La importancia del control del peso corporal en
los pacientes con diabetes de tipo 2 o con síndrome
metabólico está siendo cada vez más resaltada (
Gar-
ber, 2012)
, por los efectos deletéreos que produce
la obesidad y el sobrepeso sobre el propio control
metabólico y las complicaciones cardiovasculares.
Por ello, el papel de los análogos de GLP-1, que per-
miten reducir de forma mantenida un 3% el peso
corporal en seis meses (
Monami, 2012
), está expe-
rimentando un cierto auge, especialmente aten-
diendo al efecto incrementador de peso que suele
asociarse a la insulina en estos pacientes.
Por todo ello, la lixisenatida se incorpora al in-
cipiente grupo de los análogos de GLP-1, con ca-
racterísticas similares a la exenatida y la liroglutida,
aunque con un perfil de tolerabilidad algo menor
que la primera y con un efecto más marcado sobre
la glucemia postprandial que la segunda. Solo
requiere una administración subcutánea al día,
como la liroglutida, frente a las dos de exenatida.