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Panorama Actual del Medicamento
REVISIÓN
Otros:
TBC,
Streptobacillus moniliformis
(fiebre
por mordedura de rata), polimicrobiana (morde-
duras humanas o de animales), Enfermedad de
Whipple, Virus (rubéola, parvovirus B19, VHA,
VHB, VHC, HIV, parotiditis), Micótica.
APROXIMACIÓN DIAGNÓSTICA
El diagnóstico de AS puede ser difícil de realizar,
incluso en manos de médicos experimentados, por
lo que se deben establecer unas guías fáciles de
usar para poder llegar a un diagnóstico temprano
y un tratamiento eficaz.
Clínica
La clásica presentación suele afectar a una ar-
ticulación inflamada, tumefacta o hinchada, eri-
tematosa de forma aguda (menos de 2 semanas)
con disminución importante de la movilidad. La
presentación puede ser subaguda en caso de mi-
croorganismos de más baja virulencia o crónica en
casos de infecciones protésicas o tuberculosas. La
presencia de fiebre, en muchos casos leve, aun-
que en un 30-40 % de los pacientes es superior a
39º C, es característica.
Las AS generalmente son monoarticulares. De-
pendiendo del agente causal pueden afectar a
unas u otras articulaciones. En el caso de infeccio-
nes producidas por microorganismo no gonococos
pueden afectar a cualquier articulación, aunque
con mayor frecuencia se suelen afectar las rodi-
llas y caderas, seguidos de hombros, muñecas y
tobillos.
En pacientes afebriles o que padecen enfer-
medades reumatológicas o pacientes inmuno-
comprometidos se pueden observar varias arti-
culaciones afectadas al mismo tiempo y por el
mismo agente causal. La afección poliarticular se
puede llegar a ver en el 10-20% casos y es más
frecuente por gonococo, neumococo y estrepto-
coco grupo B y Gram negativos. Es usualmente
asimétrica y suele comprometer en promedio
cuatro articulaciones.
Hay que hacer mención especial a las infec-
ciones en neonatos y niños pequeños porque los
síntomas son menos evidentes y las repercusiones
sobre el crecimiento pueden ser devastadoras. Los
síntomas clásicos como articulación inflamada,
disminución de la movilidad y presencia de fiebre
pueden estar ausentes. La clínica con la que más
frecuentemente se presentan estos casos es irrita-
bilidad, ansiedad, enlentecimiento del desarrollo,
taquicardia o anemia. La articulación que más se
afecta en estos pacientes es la cadera; los pacien-
tes se presentan con flexión y rotación externa de
la cadera, que se muestra extremadamente dolo-
rosa a la movilización.
Laboratorio
Dentro de las pruebas de laboratorio nos po-
demos encontrar con elevación de la proteína C
reactiva (PCR), aumento de glóbulos blancos y
aumento de la velocidad de sedimentación glo-
bular (VSG). Estos marcadores tienen una limi-
tada capacidad diagnóstica ya que su elevación es
muy frecuente, pero es muy poco específica para
discriminar entre AS y otros tipos de procesos in-
flamatorios, articulares o no. No obstante, estos
marcadores siempre han de ser medidos porque
sirven como monitorización de la respuesta al tra-
tamiento.
Líquido sinovial:
Se debe hacer una aspiración , con posterior
análisis y cultivo, de la articulación tumefacta
para un correcto diagnóstico. Este análisis se
debe realizar previamente al inicio del trata-
miento antibiótico. En las infecciones articulares
normalmente el líquido sinovial suele aparecer
turbio, con un alto índice de glóbulos blancos
en el líquido. Un valor progresivamente elevado
en el líquido sinovial de leucocitos incrementa la
probabilidad de infección articular. Aunque otras
inflamaciones articulares como las artritis agudas
por microcristales o las artritis reactivas también
pueden tener un alto porcentaje de leucocitos en
el líquido sinovial.
Las alteraciones de la concentración de glucosa
y de proteínas en el líquido sinovial son inespecífi-
cas y no se deben realizar de forma sistemática. La
presencia de glucosa por debajo de 40 mg /dl,
o
la presencia de ácido láctico nos deben hacer sos-
pechar la existencia de una artritis séptica, aunque
se pueden dar en otros procesos inflamatorios que
afecten a las articulaciones.
La búsqueda de cristales en el líquido sinovial es
uno de los exámenes obligatorios dentro del diag-
nóstico diferencial de la AS. Aunque la presencia
de cristales no descarta la existencia de infección
en la articulación.