Panorama Actual del Medicamento (PAM) - Nº 363 - Mayo 2013 - page 37

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Panorama Actual del Medicamento
REVISIÓN
turaleza asintomática, incluso en pacientes de alto
riesgo con cifras tensionales muy elevadas, lo que
hace que sea muy difícil convencer al paciente de
que debe seguir un tratamiento durante años que,
además, produce reacciones adversas, y todo para
prevenir unos eventos que podrían aparecer en un
futuro indeterminado, o no. El problema se acen-
túa cuando el paciente suspende el tratamiento y
observa que vuelve a encontrarse bien, ya que las
reacciones adversas del tratamiento desaparecen.
Todo esto hace que menos del 45% de los pa-
cientes hipertensos tratados presenta cifras de PAS/
PAD <140/90 mmHg y el problema se acentúa en
pacientes diabéticos o con nefropatías crónicas, en
los que el control se consigue en menos del 15%
de los pacientes.
En Estados Unidos, hasta un 14% de las pres-
cripciones realizadas por los médicos no llegan a
dispensarse en las farmacias y otro 13% sí se dis-
pensa, pero el paciente no toma la medicación. Este
problema aumenta en la población anciana, un por-
centaje importante de la cual presenta algún tipo de
incapacidad física o psíquica para tomar la medica-
ción. De hecho, al cabo de un año de tratamiento, el
porcentaje de ancianos que recoge en la farmacia la
prescripción es menor del 50% y solo el 26% sigue
el tratamiento de forma adecuada.
El incumplimiento del tratamiento antihiper-
tensivo se traduce en un incremento en los gastos
sanitarios derivados tanto de la asistencia sanitaria
(consultas, asistencia a urgencias, hospitalizaciones
por eventos cardiovasculares) como de la falta de
productividad, y es responsable de entre un 2 y un
12% de las hospitalizaciones.
Las principales causas del incumplimiento o aban-
dono del tratamiento antihipertensivo son la apa-
rición de reacciones adversas (en contraste con la
ausencia de síntomas asociados a la propia enfer-
medad), la ineficacia o mala indicación del fármaco
seleccionado, el desconocimiento por parte del
paciente del riesgo cardiovascular que representa
la hipertensión arterial persistente, la utilización de
dosis inadecuadas o de tratamientos complicados
que dificultan el seguimiento, y el uso simultáneo de
fármacos con efectos vasopresores (vasoconstricto-
res nasales sistémicos, anticonceptivos, antiinflama-
torios no esteroideos, ciclosporina A, etc.).
La
persistencia del tratamiento
también varía
en función del tipo de agente antihipertensivo y,
por tanto su elección inicial es determinante. Un
estudio (
Caro, 1999
) realizado en 22.000 pacien-
tes recientemente diagnosticados de hipertensión
arterial analizó el papel que la elección inicial de un
determinado fármaco tenía en la persistencia del
tratamiento, observando que después de 6 meses,
la persistencia con la terapia era pobre y diferente
según la clase de agente terapéutico inicial: 80%
de los diuréticos, el 85% de los betabloqueantes,
el 86% para los calcioantagonistas y 89% para los
IECA (p <0,001). Estas diferencias siguieron siendo
significativas en edad, sexo y estado de salud en el
año siguiente y los cambios en el régimen terapéu-
tico también se asociaron con la falta de persistencia
en el tratamiento.
Un estudio más reciente (
Selmer, 2012)
, reali-
zado para evaluar la persistencia de tratamiento y
el cambio del mismo durante un período de 4 años
en pacientes tratados con tiazidas y/o ARAII como
tratamiento de primera línea, incluyó a todos los
usuarios iniciales de los fármacos antihipertensivos
entre 2005 y 2009 registrados en la base de datos
de recetas de Noruega. Entre los 78.453 nuevos
usuarios de antihipertensivos en 2005, las mujeres
comenzaron más a menudo con tiazidas que los
hombres (30 vs. 25%) y con menor frecuencia con
los ARA II (22 vs 25%). En los hombres, el riesgo
de no persistencia en el tratamiento antihiperten-
sivo fue significativamente menor entre los usuarios
iniciales de ARAII que entre los usuarios de tiazidas
(rr=0,87, IC
95%
0,81 a 0,94), aunque en las mujeres
no se encontró una diferencia significativa. Después
de 4 años, el 49% de los hombres y el 51% de
las mujeres que habían comenzado con tiazidas las
seguía utilizando vs. el 65% de los varones tratados
con ARAII y el 60% de las mujeres con ARAII.
Bibliografía
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Automedida de la presión arterial.
DOCUMENTO DE CONSENSO ESPAÑOL 2006.
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cardiologia.es/images/stories/file/automedida-presion-arterial.pdf
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