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Panorama Actual del Medicamento
ASESORAMIENTO FARMACÉUTICO
De acuerdo con lo anterior, debe comprobarse
cuidadosamente las características de las man-
chas cutáneas y valorar las circunstancias especí-
ficas del paciente. Específicamente, la presencia
de una o varias de las siguientes circunstancias
hacen exigible reconducir al paciente hacia la
consulta del dermatólogo, para que éste pueda
realizar el correspondiente diagnóstico médico.
–– Aspecto general de las manchas:
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Bordes muy definidos, lineales o denta-
dos.
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Elevación de la piel.
yy
Dureza o rigidez de la piel.
yy
Signos de inflamación en la piel circun-
dante.
–– Coloración de las manchas:
yy
Tonalidades intensas (diferencia muy
marcada de intensidad con respecto al
resto de la piel).
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Coloración violácea o azulada.
yy
Tonos blancos, azulados o rojos en la piel
circundante.
–– Distribución de las manchas en la piel:
yy
Presencia de manchas aisladas.
yy
Localización en áreas cutáneas no ex-
puestas al sol.
yy
Distribución simétrica (en los dos brazos,
en las dos piernas, etc).
yy
Localización en zonas flexoras de las arti-
culaciones o en los puntos de presión de
la piel (protuberancias óseas).
–– Evolución de las manchas cutáneas: Cam-
bios recientes en el tamaño, forma o color.
–– Otros síntomas asociados:
yy
Prurito intenso, especialmente si es ge-
neralizado.
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Vesículas o ampollas en zonas expuestas
al sol.
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Areas de vitíligo (blanquecinas, sin colo-
ración) en otras zonas de la piel.
yy
Costras y cicatrices.
Una vez excluidos las manifestaciones anterio-
res, es importante investigar potenciales causas
evitables, como el consumo de ciertos medica-
mentos (indicados anteriormente) y las pautas de
exposición al sol. En este sentido, conviene no
olvidar la relación entre la duración de la expo-
sición a la luz solar y el cáncer, establecida hace
mucho tiempo en trabajadores al aire libre. Sin
embargo, la edad cuenta también, porque gran
parte del daño solar se produce en la infancia.
No obstante, la cuestión resulta muy compleja
si se consideran otros factores, como la moda
textil, la accesibilidad al sol o a medios artificiales
de bronceado y el aumento de la longevidad en
la población.
Es muy importante recodar (y transmitírselo
a las personas que acuden a la farmacia) que
los riesgos cutáneos de la radiación ultravioleta,
tanto a corto como a largo plazo, se puede re-
ducir hasta en un 80% durante la vida de una
persona, si se aplican adecuadamente filtros so-
lares sobre la piel
desde los seis meses hasta
los 18 años de edad
. Esto indica claramente la
importancia de proteger a los niños del sol, y no
solo en la playa, sino también en cualquier otra
localización o actividad que implica un largo de
periodo de exposición al aire libre (deportes, par-
ques, etc.). Asimismo, debe tenerse en cuenta
que a medida que se asciende, la atmósfera va
perdiendo paulatinamente su capacidad de filtro
de las radiaciones ultravioletas (entre otras), por
lo que la protección solar debe ser especialmente
reforzada por
senderistas y montañeros
, pro-
curando – con la ropa adecuada – exponer la
menor superficie de piel al sol y utilizando filtros
solares adecuados.
La quemadura solar con edema y formación
de ampollas es una seria advertencia para el in-
dividuo o sus familiares de que algo no está ha-
ciéndose bien. Las
pecas
o efélides en los niños
son un signo que indica el comienzo de lesión
solar, ya que suponen sobreestimulación de las
células pigmentarias por parte de los rayos ul-
travioleta. El
lentigo
simple o solar es un signo
que aparece más tarde en áreas expuestas. La
elastosis
solar que aparece por daño solar en
las fibras elásticas de la dermis, con localización
en el cuello y la cara, produciendo profundos
surcos y arrugas con zonas de atrofia cutánea y
comedones, es la llamada
piel del campesino
o
del marinero
.
Un paso más hacia lesiones con mayor capaci-
dad de malignidad lo constituye la denominada
queratosis solar
o
actínica
, a veces expresada
solamente como una zona levemente enrojecida
y áspera que, más que se ve, se palpa. El cuero
cabelludo en un varón que ha perdido el pelo
por alopecia androgénica desde su juventud es
la región de asiento preferente en el varón; esta
misma lesión cutánea premaligna en el labio in-
ferior recibe el nombre de
queilitis actínica
.
El cuerno cutáneo en la nariz o el pabellón
auricular con histopatología aún no específica