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Panorama Actual del Medicamento
ASESORAMIENTO FARMACÉUTICO
nes en costumbres, trabajos, utilización de ropas
y fotoprotección, aunque la producción sebácea
y el espesor de la epidermis también cuentan.
Los cambios asociados al fotoenvejecimiento
se superponen a los causados por el propio enve-
jecimiento cronológico y, por ello, es difícil sepa-
rar ambos procesos, siendo responsables ambos,
en diversa medida, de la mayor parte de las con-
diciones no deseadas de la apariencia de la piel.
La piel envejecida que ha sido protegida de la
exposición al sol suele ser delgada y, aunque haya
perdido parte de su elasticidad, por lo demás casi
no presenta manchas y su tacto es suave. Frente a
ello, la piel fotoenvejecida, como la de cara, orejas,
cuello, manos y antebrazos, presenta arrugas finas
y profundas (más de 1 mm), asperezas, laxitud,
color amarillento, hiperpigmentación moteada
(decoloración despareja de la piel) y telangiectasia
(vasos sanguíneos dilatados).
Epidemiología
La aparición de manchas cutáneas afecta prác-
ticamente a la totalidad de las personas mayores,
aunque la extensión, intensidad, zona corporal
y edad de aparición puede variar en grado nota-
ble. Concretamente, más del 90% de las personas
caucásicas de más de 50 años presenta manchas
cutáneas. Los dermatólogos consideran que dos
tercios de las manchas cutáneas se deben al sol,
mientras que solo una de cada seis estaría asociada
al proceso de envejecimiento. Sin embargo, el foto-
envejecimiento puede afectar a personas cronológi-
camente jóvenes y, en este sentido, en un estudio
realizado en Australia se describieron cambios en la
textura de la piel por fotoenvejecimiento de mode-
rado a grave en el 72% de los hombres y el 47% de
las mujeres de menos de 30 años de edad.
La incidencia de fotoenvejecimiento en las po-
blaciones europeas y norteamericanas es del 80-
90%. Sin embargo, en la piel asiática, las arrugas
no se perciben fácilmente hasta cerca de los 50
años de edad, e incluso no son es tan acentuadas
como en la piel blanca de edad similar. Asimismo,
los asiáticos y los caucásicos presentan diferentes
fenotipos de fotoenvejecimiento; de hecho, en
chinos y japoneses el fotoenvejecimiento aparece
principalmente mediante lesiones pigmentadas
oscuras, tales como lentigos actínicos y querato-
sis seborreicas pigmentadas de superficie plana,
siendo las arrugas son un problema menor. Hay
poca información para la piel negra, aunque pa-
rece que el fotoenvejecimiento es un problema
claramente menor las personas de raza negra.
Etiología
Los pigmentos responsables del color natural
de la piel son la hemoglobina (en sus formas oxi-
dada y reducida), los carotenoides y, especial-
mente, la melanina. La melanina es sintetizada
en los melanocitos a través de un proceso bio-
químico que es catalizado principalmente por el
enzima
tirosinasa
. Existen dos tipos de melanina:
––
Eumelanina
: La principal responsables
del color de la piel, de los ojos (iris) y del
pelo. Su tono es marrón, tanto más intenso
cuanto mayor es su producción, que está
regulada genéticamente, aunque puede
influirse por acción del sol (exposición a la
radiación ultravioleta).
––
Feomelanina
: Presente en los individuos
de piel muy clara, a los que proporciona un
tono rojizo o anaranjado al pelo. Suelen ser
personas de ojos claros (verdes, especial-
mente) y las formaciones pecosas son muy
habituales, en ocasiones extensas, siempre
en zonas de cuerpo que en algún momento
han estado expuestas al sol.
Básicamente, las alteraciones de la pigmen-
tación cutánea son provocadas a través de tres
mecanismos:
–– Aumento o disminución de la producción
de melanina por los melanocitos.
–– Aumento o disminución del número de me-
lanocitos.
–– Localización anormal de la melanina o de
los melanocitos dentro de la dermis.
El aumento en el depósito de melanina se
puede deber a alteraciones hormonales (enfer-
medad de Addison, embarazo, uso de anticon-
ceptivos hormonales). La hiperpigmentación
también se puede producir por el depósito de
hierro, en la hemocromatosis, o de plata (argiria),
por trastornos del metabolismo de los pigmentos
(porfiria cutánea tarda), así como en cuadros de
deficiencia vitamínica de tipo B (pelagra, etc.),
esclerodermia y acantosis. Al margen de los ya