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Panorama Actual del Medicamento
ASESORAMIENTO FARMACÉUTICO
es mayor, provocará una quemadura aguda o un
daño en el ADN nuclear que puede evolucionar
hacia un cáncer cutáneo. Sin embargo, la piel
posee un mecanismo de defensa frente a la ra-
diación ultravioleta solar que está fundamentado
en la producción de melanina por los melanoci-
tos. Esta melanina, incorporada al citoplasma de
los queratinocitos, se sitúa encima del núcleo ce-
lular, a modo de sombrilla protectora, sirviendo
de pantalla para prevenir los efectos nocivos de
la radiación ultravioleta.
La coloración cutánea representa un agregado
de la luz reflejada, cuyas longitudes de onda de-
penden fundamentalmente de la presencia de
cuatro
biocromos
. Dos biocromos se encuen-
tran en la epidermis, la
melanina
(de color pardo,
con amplia absorción en los rangos de luz ultra-
violeta y visible) y los
carotenoides
(amarillo). Los
otros dos biocromos se encuentran en la der-
mis, la
oxihemoglobina
(rojo brillante, localizada
principalmente en las arteriolas y capilares de la
capa papilar) y la
carboxihemoglobina
o hemog-
lobina reducida (color rojo azulado, presente en
el plexo venoso subpapilar).
La melanina da un tinte bronceado, pardo y
negro a la piel. Cuando la epidermis es amela-
nótica, como en la piel albina, es mucho más
clara de lo normal. Puede observarse un color
rojo intenso porque la oxihemoglobina de los
capilares no es enmascarada por la melanina.
Por el contrario, en las epidermis intensamente
melanizadas, los lechos capilares y arteriolares
son difíciles o imposibles de observar y también
es imposible observar la coloración azul rojiza de
la hemoglobina reducida. Inversamente, cuando
la piel contiene menos melanina son visibles las
venas azules.
Los carotenoides están estructural y funcio-
nalmente relacionados con la vitamina A (reti-
nol/ácido retinoico) y proceden de la ingestión
de frutas y otros vegetales (zanahoria y tomate,
principalmente). Se localizan en el estrato cór-
neo, las glándulas sebáceas y la grasa subcu-
tánea y sólo contribuyen en forma marginal a
la coloración normal de la piel. Sin embargo, la
ingestión excesiva de alimentos ricos en carote-
noides o el uso de productos cosméticos con alto
contenido en los mismos, puede conferir un tinte
amarillo característico a la piel, especialmente en
áreas con estrato córneo grueso, como palmas
de las manos y plantas de los pies.
Las arterias contienen aproximadamente un
95% de oxihemoglobina, los capilares un 70%
y las venas un 50%. Por lo tanto, el color rojo
o azul de la coloración cutánea dependerá del
grado de dilatación o constricción de las arte-
riolas y y del flujo sanguíneo a través de los ca-
pilares, así como de los porcentajes relativos de
oxihemoglobina y hemoglobina reducida, y de la
cantidad total de hemoglobina. El color de la oxi-
hemoglobina se aprecia más fácilmente en áreas
con estrato córneo delgado o ausente, como
labios y mucosas. Cuando el flujo arterial cutá-
neo y la perfusión capilar son elevados, existe
un predominio de oxihemoglobina visible de
color rojo brillante y el área tiene una coloración
roja, como las palmas, las plantas, la cabeza y el
cuello. Cuando los capilares están escasamente
desarrollados y el plexo venoso subpapilar es
prominente, el área parece menos roja, como la
porción inferior del tronco y las superficies dor-
sales de los pies.
La dilatación de las arteriolas aumenta el
flujo sanguíneo capilar y existe más oxihemo-
globina en la dermis papilar, imponiendo un
color rojo a la piel. La vasoconstricción crea
el efecto opuesto, con disminución del flujo
sanguíneo capilar y una coloración cutánea pá-
lida. Cuando la sangre contiene 5 g/dl o más
de hemoglobina reducida predomina el color
azul en la piel; este cambio de color se deno-
mina
cianosis
. Cuando los niveles de hemog-
lobina están notablemente reducidos, como en
la anemia, la piel parece pálida, especialmente
en la cara y en los lechos ungueales. El tejido
conectivo de la dermis también puede contri-
buir a la “blancura” de la piel en personas de
pigmentación clara.
La
hiperpigmentación cutánea
se puede ma-
nifestar de muy diversas maneras. La más común
y, probablemente más deseada, es el propio bron-
ceado, producido como consecuencia de un oscu-
recimiento generalizado y homogéneo de la piel,
que permite adquirir una tonalidad morena estéti-
camente muy apreciada por muchas personas. Sin
embargo, cuando el oscurecimiento de la piel no
es homogéneo y se manifiesta en forma de man-
chas de mayor o menor tamaño, son muchas las
personas que desean eliminar tales manchas o, al
menos, reducir el contraste con el resto de la piel.
Al margen del bronceado, natural o artificial, las
principales manifestaciones de hiperpigmentación
cutánea benigna de la piel son:
––
Hiperpigmentación postinflamatoria
: Es
la causa más común de hiperpigmentación