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Pliegos de Rebotica
2019
LOS CAMINOS COLATERALES DEL CORAZÓN
S
S
omos un país desagradecido con sus
deportistas de élite, al igual que con otras
muchas gentes, que con su buen hacer
dejan el nombre de España en lo más alto.
En los momentos del
triunfo, veremos fotógrafos y
periodistas cubriendo la
ocasión, cubriendo la hazaña y
punto; ellos viven de la noticia
del día porque es su trabajo,
pero ¿sabemos alguna noticia
de esos deportistas una vez
pasados los triunfos?
¿Sabemos cómo se
desenvuelven en su vida
diaria?
Para llegar a triunfar es
necesario siempre un
esfuerzo, aquí no ganas una
medalla si no la trabajas, aquí
no funciona “por ser amigo
de…, por ser familia de…”
situaciones bastante
frecuentes y que nos tienen
hartos.
Yo no he conocido personalmente a Blanca
Fernández Ochoa, ni a nadie de su familia, pero
tengo gran respeto por ambas, sobre todo
admiración por Blanca, lo que nos ha dado con su
esfuerzo, con su sacrificio, con su ejemplo. No
siempre estás igual de dispuesto para entrenar y
ella lo estaba, para soportar tanto frio y ella lo
soportaba. Estoy segura que una mayoría de
nosotros hubiéramos agradecido conocer su
posterior trayectoria, si el ESTADO se había
acordado y le había dado cabida
como asesora, como poseedora
y divulgadora de tantos
conocimientos como tenía
acumulados sobre sus espaldas.
Los encargados de la buena
gestión del deporte,
responsables de estos temas, de
cualquier gobierno
que nos ha
tocado, de la federación
correspondiente, ¿se
preocuparon alguna vez por
darle el sitio que correspondía a
una campeona como ella? Creo
y es mi opinión personal que
todo esfuerzo, nunca debe ser
olvidado, hay que saber
diferenciar y ocuparse por esas
personas que son una parte de
nuestra historia. Hay algunas
personas que sin esforzarse,
están ganando, supuestamente, un sueldo de por
vida a costa del ciudadano de a pie, que somos
todos, y la verdad, que yo sepa no dejaron a
España en lo más alto con su esfuerzo ni su
ejemplo. Ella hoy ya no está con nosotros, y solo
conozco que fue un accidente, información que es
suficiente y no necesito saber más, aunque me
entristezca por las furiosas tempestades que pudo
haber soportado, y aunque en el corazón de
muchos de nosotros, lloren lágrimas.
Y una vez dedicado este pequeño recuerdo a
Blanca, quiero llevar este escrito a un lado más
positivo, y decirles que nadie puede encontrar
mejor lugar para cerrar sus ojos a este mundo,
que donde están sus raíces.Yo también guardo
mis raíces en la Sierra norte del Parque Nacional
de Guadarrama, caminando desde “la Panera”, “el
Puente Negro”, “cordel de las Campanillas”, “la
loma de la Cacera”, “Navalatienda”, “Peña del
Aurora Sánchez Sousa
Buscando
las raíces
