C
on el viaje de Balmis y su arribada a Cádiz
en 1813, no solo termina el artículo anterior de
esta serie que hoy cerramos, sino que finaliza
una época y el telón del Siglo de las Luces cae
ya mientras está por hacer entrada por primera
vez en la Historia un <<coro tumultuoso, bestial
y generoso, despistado, intuitivo, manipulado,
mezquino y tierno: el pueblo español y la Cádiz
prerromántica se desvanece en el horizonte de la
guerra de la Independencia, lejos de los ojos
pragmáticos e imparciales del viajero
ilustrado>>…
…Y el motín de Aranjuez en 1808 supuso el
apuntar de una nueva
época y de un nuevo
estado que fraguarían,
no obstante, traumática
y tardíamente.
El siglo XIX se inicia,
nos resume Jiménez
Alonso, bajo el signo
de las derrotas
militares y la
dependencia política.
Tras la guerra de
liberación nacional
(para muchos, guerra
civil librada por
patriotas y
afrancesados
),
expulsados los
franceses, afloraron en
toda su crudeza las diferencias políticas entre
liberales y absolutistas. Pronunciamientos
(nombre acuñado en España), asonadas,
desórdenes, purgas, persecuciones, destierros…
el pan y la sal de un país cada vez más
invertebrado que se desangra en pugnas
intestinas, en una turbia atmósfera de motines
populares, estallidos civiles, intrigas
parlamentarias y conspiraciones vacuas que
envuelven a la sociedad española. Y cuyo
colofón, durante el reinado de Isabel II, España,
Ruedo ibérico, magra en avances materiales o
culturales, rica en proclamas, retórica y
violencia, predio de espadones y logreros, se
encamina decididamente hacia una decadencia
que culminará con el siglo, en los desastres del
98.
La Constitución de Cádiz de 1812 supone la
consolidación del liberalismo que no tarda en
ser desplazado por el absolutismo renacido por
Fernando VII que, olvidando su condición de
Deseado
, vuelve a las encarcelaciones, las
depuraciones, a la persecución de afrancesados
P
de Rebotica
LIEGOS
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Retrato de Gustavo Adolfo Bécquer
Autorretrato Goya 1815
Aquel
maravilloso
Siglo XIX
(2ª parte)
Ángel del Valle
