P
de Rebotica
LIEGOS
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S
on artes plásticas todas aquellas que hacen
referencia a la capacidad de modelar o
cambiar una base sobre la que se trabaja: la
pintura, la escultura, la fotografía, el dibujo o
la ilustración; técnicas como el grabado, el
moldeado, algunas artes decorativas y artes
industriales como la cerámica, la alta costura
o la joyería, y tal vez, el cine. A menudo sus
contenidos son un reflejo de la vida del
hombre y la sociedad en la que éste se
integra.
Buscando con ese convencimiento en las artes
plásticas representaciones de la alopecia de la
mujer, se encuentran escasas manifestaciones.
No obstante, se pueden hallar ejemplos tanto
de documentación histórica de mujeres
alopécicas reales, casi siempre casos
extraordinarios, como de mujeres alopécicas
que simbolizan mitos, inconformismo,
rebeldía, o alteraciones psicológicas. Las
manifestaciones clínicas aludidas reflejan
alopecia de patrón femenino (androgenética
femenina), alopecia areata y alopecia frontal
fibrosante.
Pintura
En ella no es difícil encontrar ejemplos, como
son, el “
Retrato de María Ruthven
” firmado
por Anton van Dyck (Amberes 1599- Londres
1641) que se puede admirar en el Museo del
Prado de Madrid o el “
Retrato femenino
” de
Ludolf de Jongh (Rotterdam 1616-1679)
expuesto en el Museo Lázaro Galdiano
también de Madrid (figura 1). Ambas féminas
muestran una alopecia de patrón femenino o
androgenética femenina de grado leve-
moderado, con perdida de cabello de forma
difusa, más acentuada en la parte frontal (tipo
Hamilton), que se disimula con delicadeza y
tocados de lazos y encajes.
Fácil también es recordar los intensos
síndromes de androgenización, evidenciados
en los testimonios pictóricos de hechos
extraordinarios y veraces, tan de moda en la
época, como los ocurridos a Brígida del Río,
“La barbuda de Peñaranda” (Juan Sánchez
Cotán, Orgaz 1560- Granada 1627) expuesto
en el Prado, y a “La mujer barbuda” de José
de Ribera, El Españoleto (Játiva 1591-
Nápoles 1652) visible en el Hospital de
Tavera (Toledo). A ésta última, llamada
Magdalena Ventura “
le había crecido una
barba tan larga y espesa que se parecía más
a un hombre barbudo que a una mujer
” a la
edad de 37 años. Su calvicie era al menos, tan
Aurora Guerra
La alopecia de la mujer en las
artes plásticas
Figura 1.
En el “Retrato femenino” de Ludolf de Jongh
(1616-1679) se advierte la imagen de una alopecia de
patrón femenino leve.
