D
Transitando en la
paciencia…
Después de tanta frivolidad,
•
e los que se aprovechan a costa de
los más débiles y a la vez nos hablan de ética.
Fundaciones y ONG aparentemente creadas
sin ánimo de lucro, a favor de niños
discapacitados, y que luego nos enteramos que
son utilizadas para enriquecerse, destinando
"lo mínimo" a los mencionados fines sociales.
•De los que aplican el “todo vale” con tal de
aumentar audiencias en ciertos canales de
televisión. Colaboradores
cargados de ira
,
aunque pretendan convencernos de lo
contrario que pisotean ideas, se destrozan o
venden su
vida
privada, con tal de conservar
su silla de trabajo. No aprendieron que “no
eres como tú crees, sino como los demás te
ven”, y se les ve patéticos. Alguno de
ellos podría lucir su inteligencia en otros
papeles televisivos con bastante más
éxito.
Por ejemplo, ¿es necesario hacer llorar
a una persona que ha luchado por salvar
la vida de su madre, en condiciones
complicadas? ¿Es necesario eso para
aumentar la audiencia? ¿No se puede
hacer una entrevista con más estilo, con
otra táctica que no sea siempre meter el
dedo en el ojo de las miserias humanas?
Encendemos la tele, y nos encontramos,
en alguna cadena, situados en el gran
coliseo de la vida, a cuatro o cinco
fieras dispuestas a devorar su presa
para agradar a los “nerones de turno” y
seguir manteniendo su espacio
vital, traducido a lo material como
excelente sueldo, hipoteca de la
casa pagada, chalet, confort y
estatus social… Esto se consigue
de una manera rápida en la que no
necesitan grandes conocimientos para realizar
ese ataque. Por supuesto que el sometido a la
entrevista también pasa por caja y gana. No
sabemos si suficiente para soportar el
bombardeo de preguntas, pero también es un
dinero fácil comparado con el funcionario, mil-
eurista de turno, o el médico en una guardia
hospitalaria, donde puede estar de 7 o 12 horas
en un quirófano con una responsabilidad
grande, percibiendo por hora menos de que lo
que gana una asistenta en nuestras casas, si es
que podemos disfrutar de esa ayuda; o el
investigador que se pasa la vida luchando por
descubrir algo que mejore o cure la Vida de los
demás y del que la mayoría de las veces, jamás
se llega a conocer su identidad. Pero esto, no
vende, no da audiencia, no interesa a la
mayoría.
•De los que su razonamiento frente al
adversario, en este cambalache de vida que
llevamos, es el “y tu más”. Nos quedamos de
piedra cuando por ejemplo, un ciudadano que
reclama un derecho para su vivienda en un
pequeño ayuntamiento de la sierra, cercana a
Madrid, contempla como por haber cambiado
el signo político de los gobernantes de ese
municipio, el técnico que le recibe, le recuerda
al anterior gobernante que acompaña al
reclamante, que cuando hizo algo equivocado
en su mandato, él miró para otro lado. El ex
político se achanta, baja la cabeza y el
ciudadano de a pie que es el afectado por el
problema, sale asqueado y sin solución a su
petición.
•De los que carecen de respeto a la libertad de
expresión y descalifican al que no piensa
como ellos, porque padecen una “severa”
incapacidad democrática. Pintan la puerta de
las casas, insultan, provocan y hasta ponen
dianas con caras y orificios de bala con
manchas simulando sangre, mientras los
ciudadanos de a pie quedamos horrorizados
que esto esté pasando en pleno siglo XXI.
Todo parece reflejar disconformidad, pero
parece que no saben expresarla de otra forma.
Se lee entre líneas “estás conmigo o estás
P
de Rebotica
LIEGOS
14
LOS CAMINOS COLATERALES DEL CORAZÓN
Aurora Sánchez Sousa