adverbios. Su asesoría en los procesos judiciales
cada vez es más frecuente porque el juez no lo
puede saber todo. El informe pericial aporta luz y
claridad a un caso.
Podemos resumir diciendo que el perito, con sus
conocimientos ayuda, ilustra y asesora durante el
proceso judicial.
Decía Simonín que hay tres taras incompatibles
con ser peritos:
• Orgullo que ciega, lleva a meter la pata
• Ignorancia, hace que “no se dude de nada”.
• Deshonestidad, que envilece y degrada.
Se emite el informe cumpliendo la orden del juez,
según seis puntos esenciales:
• Preámbulo (nombre, titulo, residencia,
autoridad que nos lo solicita y el objetivo del
informe).
• Relación o descripción de la materia objeto de
la investigación. La transcripción de esos
datos tiene que ser objetiva y minuciosa,
clara, ordenada (por regiones anatómicas).
• Explicación de todas las operaciones técnicas.
• Valoración de la técnica que hemos empleado.
• Razonar siguiendo las leyes de la lógica.
• Conclusiones que tienen que salir del
razonamiento, haciéndolas de manera
jerárquica.
Los médicos forenses son funcionarios de carrera
que desempeñan funciones de asistencia técnica
en los juzgados, tribunales, fiscalías y oficinas del
Registro Civil en las materias de su disciplina
profesional. Están adscritos a los Institutos de
Medicina Legal y dependen del Ministerio de
Justicia. Solo pueden actuar a petición de los
órganos anteriormente citados y se trata siempre
de una peritación oficial. Los informes emitidos
por facultativos de Policía Científica no pueden
tener consideración de informes médicos
forenses porque su emisor no es
médico forense.
Informe Pericial: “es un acto
intelectivo en el que a
partir de todos los
hallazgos realizados,
se formula una
hipótesis respecto de
la causa de la muerte.
La discusión
de ello se
realiza en el
apartado de las
consideraciones y, tras la
demostración de la hipótesis,
se emiten las conclusiones”.
Un informe pericial mal
hecho, puede dar al traste una
investigación policial. Como
ejemplo tenemos el primer
informe sobre los huesos
hallados en la finca Las
Quemadillas en el tristemente
famoso caso de los niños
desaparecidos en Córdoba, o
caso Bretón. Ese escueto
informe, apenas ocho
páginas, determinó que los
restos óseos encontrados en lo
que fue una hoguera, se
correspondían con huesos
animales de diferentes tamaños,
especialmente roedores.
Once meses después, con
nuevas vías de investigación,
los restos óseos son estudiados
minuciosamente por un forense vasco de
incuestionable profesionalidad y
determina en su informe de más de cien páginas,
que los huesos son humanos y pertenecen a dos
menores de seis y dos años.
Se encarga otra peritación que corrobora la
anterior, y una cuarta que acredita
la pertenencia de buena parte de los huesos a
seres humanos. Son informes emitidos
a instancia de parte.
En el momento de acoger las conclusiones de los
informes periciales de parte o de los realizados
por organismos oficiales, el juez deberá valorar
qué pericial genera mayor convicción basándose
en la titulación y conocimientos de los peritos,
análisis realizados, explicación del proceso
técnico o científico utilizado. En el caso Bretón,
la perito que hasta entonces había tenido una
trayectoria profesional intachable, emitió un
informe de apenas ocho páginas y uno de los
procesos “científicos” utilizados consistió en
consultar la web: aulafácil.com
Si la forense de la Policía Científica no hubiera
emitido un primer informe tan contundente
diciendo que eran huesos animales, se
hubiera ahorrado tanto dolor en la familia
materna y una investigación millonaria.
Recordemos las palabras de Simonín
“Orgullo que ciega…”
■
P
de Rebotica
LIEGOS
17
BOTICARIOS