Panorama Actual del Medicamento (PAM) - Nº 364 - Junio 2013 - page 84

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Panorama Actual del Medicamento
ASESORAMIENTO FARMACÉUTICO
Valoración
Es muy importante no confundir los síntomas de
un tapón con otros procesos patológicos más graves
del oído externo o medio, o incluso interno. Si la sen-
sación de llenado persiste después de haber limpiado
los oídos o si siente mareos o dolor, el paciente debe-
ría ser remitido al médico, ya que podría tener un
ob-
jeto extraño
dentro del oído. Esto es más común en
los niños pequeños, que se introducen todo tipo de
cosas, sobre todo cuentas, gomas de borrar e incluso
semillas (judías, etc.), en el conducto auditivo externo.
Los
insectos
en el conducto auditivo son especial-
mente molestos, especialmente mientras siguen vivos.
Por su parte, los
acúfenos
corresponden a una
percepción subjetiva de ruido. Pueden tener carac-
terísticas parecidas a un zumbido, tañido, rugido,
silbido o susurro, o bien corresponder a sonidos
más complicados y que varían con el tiempo.
Pueden ser continuos, intermitentes o pulsátiles
e incluso sincrónicos con el latido cardíaco. Este
tipo de fenómenos suelen asociarse con pérdidas
auditivas. Los acúfenos pueden aparecer como
síntoma en la obstrucción del conducto auditivo
por tapones de cerumen, pero también el motivo
puede estar en otras muchas patologías:
–– Cuerpos extraños
–– Infecciones (miringitis, otitis media o externa,
laberintitis, petrositis, sífilis o meningitis).
–– Obstrucción de la trompa de Eustaquio.
–– Otosclerosis.
–– Neoplasias del oído medio (tumores de los
cuerpos yugulares o timpánicos).
–– Enfermedad de Menière.
–– Aracnoiditis.
–– Tumores del ángulo pontocerebeloso.
–– Ototoxicidad de medicamentos y otras sustan-
cias: salicilatos, quinina y sus análogos sintéti-
cos, aminoglucósidos, ciertos diuréticos, mo-
nóxido de carbono, metales pesados y alcohol.
–– Enfermedades cardiovasculares (hiperten-
sión, aterosclerosis y aneurismas).
–– Anemia.
–– Hipotiroidismo.
–– Sordera neurosensorial hereditaria o inducida
por ruido.
–– Traumatismos acústicos (lesión por estallido)
y traumatismos craneales.
Por tanto, la sola presencia de acúfenos no es
un criterio suficiente ni siquiera necesario para sos-
pechar la presencia de tapones de cerumen. De ahí
que los pacientes que presenten exclusivamente
este tipo de síntoma deban ser remitidos directa-
mente al médico, para un adecuado diagnóstico.
En el conducto auditivo externo se pueden pro-
ducir
quistes sebáceos, osteomas y queloides,
que lo ocluyen y producen retención de
cerumen
y sordera de conducción. Los
ceruminomas
se lo-
calizan en el tercio externo del conducto auditivo y,
aunque su aspecto histológico es benigno,
se com-
portan como lesiones malignas que deben ser rese-
cadas ampliamente.
En el pabellón auricular suelen
desarrollarse
carcinomas de células escamosas
y de células basales
tras la exposición repetida al
sol. Los individuos con alergia, psoriasis, eccema o
dermatitis seborreica) muestran mayor susceptibi-
lidad a desarrollar
otitis externas difusas
. Entre
los factores predisponentes destacan la introduc-
ción de agua u otros irritantes (spray para el cabe-
llo, tinte de cabello) dentro del conducto auditivo y
las lesiones del mismo mientras se limpia.
El conducto auditivo puede irritarse o inflamarse
durante el proceso de extracción de tapones. Por
ello, es recomendable que la extracción de tapones
sea realizada por profesionales de enfermería o mé-
dicos experimentados en este procedimiento, espe-
cialmente en casos de extracción difícil; tales como:
–– Cuando se sospeche de perforación del tím-
pano.
–– Si el paciente se marea al usar agua de irriga-
ción a la temperatura correcta.
–– Cuando el conducto auditivo esté seriamente
inflamado.
–– Cuando cualquier intento de extracción pro-
voque dolor fuerte ( lo que suele indicar que
el cerumen está impactado y habrá que re-
blandecerlo previamente con gotas).
La extracción de tapones puede plantear una serie
de complicaciones eventualmente graves, que con-
viene valorar adecuadamente. Las principales son:
–– Hemorragia traumática, especialmente si el
conducto está muy inflamado.
–– Lesiones producidas por el instrumental em-
pleado, si el paciente se mueve durante la
irrigación.
–– Perforación del tímpano.
–– Otitis externa y media.
–– Irritación o enrojecimiento del tímpano y del
conducto.
–– Crisis vertiginosa.
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