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Panorama Actual del Medicamento
ASESORAMIENTO FARMACÉUTICO
Etiología
Debe tenerse en cuenta que las glándulas pro-
ductoras del cerumen se sitúan preferentemente en
la parte más exterior del canal auditivo. Por ello, la
presencia de tapones suele indicar que el propio pa-
ciente ha empujado y compactado su cerumen de
forma artificial (generalmente, mediante “bastonci-
llos” o torundas de algodón). A ello contribuye la
fragilidad de la piel del canal auditivo, que es fácil-
mente descamada al introducir en el oído cualquier
elemento sólido punzante, por pequeño y suave que
sea.
Aunque la causa más frecuente de formación
de tapones en el oído son las maniobras preten-
didamente higiénicas de los pacientes, en algunos
de ellos puede apreciarse también una sobrepro-
ducción de cerumen. No se conocen las causas,
pero puede deberse a un patrón hereditario, ya
que este problema tiende a darse en varias perso-
nas de una misma familia.
Al margen de los comentados, existen una serie
de factores predisponentes, entre los que cabe
destacar los siguientes:
–– Presencia abundante de pelos en el canal au-
ditivo.
–– Canal auditivo estrecho.
–– Empleo habitual de “cascos” de audición o
de dispositivos de amplificación acústica “in
situ”, en especial de aquellos que implican
la introducción de parte del dispositivo en el
canal auditivo.
Tratamiento
Las personas con tendencia a la formación de
tapones en los oídos requieren la adopción de
medidas preventivas. Básicamente, éstas consisten
en
evitar la utilización de bastoncillos
y otros
elementos similares de limpieza,
evitar el empleo
frecuente de champús
(especialmente si tienen un
pH muy ácido o muy básico) y acudir al médico oti-
rrinolaringólogo una vez al año de forma rutinaria.
La mayoría de los tapones de cera en los oídos
son fácilmente eliminados en el hogar y no se re-
quiere la intervención del personal médico o de
enfermería. No obstante, en caso de sordera sú-
bita, producida o no después de un baño, lo más
recomendable es que sea el médico quien examine
al paciente mediante un otoscopio y establezca,
en su caso, la certeza de la presencia de un tapón.
La extracción de los tapones de cerumen es
muy sencilla, siempre que no existan contraindi-
caciones, como la perforación de tímpano, pro-
cesos infecciosos, etc. Existen dos procedimientos
estándar para ello:
–– Maceración de agentes cerumenolíticos.
–– Irrigación de canal auditivo con agua tem-
plada.
Generalmente, la primera opción terapéutica en
los pacientes que no tienen historial reiterado de
tapones en los oídos suele implicar la utilización de
sustancias cerumenolíticas durante algunos días,
con lo que el tapón suele deshacerse de forma
rápida y completa. Este procedimiento es más
fácil, rápido, seguro y cómodo para el paciente.
La extracción suele realizarse con una cureta o un
asa roma, o bien se aspira a través de una cánula,
en el caso de que el tapón no salga por el drenaje
natural del canal auditivo.
Los principales
agentes cerumenolíticos
uti-
lizados son:
–– Solución de bicarbonato sódico. Hay datos
experimentales que demuestran la efectivi-
dad de las soluciones de
bicarbonato só-
dico
al 10% en la disolución de tapones.
Probablemente, es la mejor opción de todas
o, al menos, la más contrastada.
–– Solución de hidróxido o de carbonato potásico.
yy
Carbonato potásico
: se debe instilar gota
a gota hasta llenar el conducto auditivo,
tapando con algodón durante 20 minutos;
después se irrigará el conducto con agua
templada. Se hace una o dos veces al día
durante cuatro días. Por sus características
(pH básico, muy agresivo) sólo se utiliza en
individuos mayores de 12 años.
yy
Hidróxido potásico:
se instilan 3-5 gotas
a día, se tapa con una torunda de algodón
y se deja actuar durante toda la noche;
posteriormente irrigar con agua templada.
–– Tensioactivos: El más utilizado y contrastado
es el
laurilsulfato sódico
,
que
actúa como
humectante con propiedades detergentes y
reblandecientes que modifican la estructura
del cerumen facilitando la extracción. La do-
sificación es de 4-5 gotas al día tapando con
una torunda de algodón durante 30 minu-
tos, irrigando el oído posteriormente.