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Panorama Actual del Medicamento
ASESORAMIENTO FARMACÉUTICO
–– Glicerina.
–– Aceite de oliva o de ricino.
La
Biblioteca Cochrane
há revisado
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de forma
sistemática los ensayos clínicos sobre la eliminación
del cerúmen mediante el empleo de agentes ceru-
menolíticos, encontrando que tales ensayos han
sido heterogéneos y, en general, de calidad baja
a moderada, lo que dificulta la formulación de re-
comendaciones definitivas sobre la efectividad de
los cerumenolíticos para la eliminación del cerumen
sintomático. En tres ensayos clínicos de calidad
metodológicamente correctos, no se encontraron
diferencias entre la efectividad de las gotas óticas
de bicarbonato de sodio, clorobutanol, oleato de
trietanolamina o docusato sódico frente a agua es-
téril o solución salina, utilizados como placebo.
En definitiva, según la
Biblioteca Cochrane,
la
solución salina o el agua parecen ser tan efectivos
como cualquier preparado farmacológico y ambas
poseen la virtud de ser económicas y fáciles de
conseguir. Existen pruebas débiles de que un pe-
ríodo corto de 15 minutos de instilación de gotas
óticas de polipéptido de trietanolamina, antes del
lavado con jeringa, podría resultar útil.
Por lo que se refiere a la irrigación de canal
auditivo con agua templada, se trata de una ma-
niobra relativamente sencilla pero es preferible
dejar que la haga personal sanitario cualificado.
Previamente a la extracción debe reblandecerse el
tapón durante cuatro días, con gotas cerumenolí-
ticas o con agua oxigenada rebajada, empleando
2-3 gotas cada 6 horas.
El procedimiento consiste en irrigar el conducto
auditivo con agua a cierta presión, mediante una
jeringa auricular
cargada con agua tibia (lo más
próxima a la temperatura corporal: 37ºC), que es
inyectada en el canal auditivo de forma suave, con
la intención de que la propia corriente de salida del
agua administrada arrastre el tapón de cerumen.
Para ello, se estira suavemente el pabellón auditivo
del paciente hacia arriba y hacia atrás, para recti-
ficar así el ángulo del conducto auditivo externo;
es conveniente fijar la cabeza del paciente para
que no se mueva durante el proceso. La jeringa se
orienta de tal manera que proyecte el chorro hacia
la pared superior del conducto, para que la co-
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Martin J Burton, Carolyn Doree.
Gotas óticas para
la eliminación del cerumen (Revision Cochrane traducida).
En: Biblioteca Cochrane Plus 2009 Número 2. Oxford: Update
Software Ltd. Disponible en:
com. (Traducida de The Cochrane Library, 2009 Issue 1 Art
no. CD004326. Chichester, UK: John Wiley & Sons, Ltd.).
rriente de retorno empuje el tapón. Este proceso
puede repetirse tantas veces como sea necesario.
En general, el proceso de
irrigación del canal
auditivo
se aplica en caso de:
–– Oclusión total, con dolor, pérdida o reduc-
ción notable de la agudeza acústica y tinni-
tus.
–– Otitis externa (en el caso de que no se dis-
ponga de aspirador ótico)
–– Tapones resistentes a los cerumenolíticos
convencionales.
Uno de los motivos por los que puede fraca-
sar la extracción del tapón es la existencia de un
tapón epidérmico
. Las principales diferencias
con los tapones normales de cerumen radican en
su color, que en lugar de ser marrón oscuro es más
blanquecino y es más duro, además se encuentra
adherido a la pared del conducto auditivo, suele
ser bilateral (afecta a ambos oídos) y es frecuente
que alcance el tímpano; además, al ser extraído,
el conducto auditivo presenta una dermatitis seca.
La extracción de los tapones epidérmicos debe ser
efectuada por un médico especialista y se realiza
en seco, con el instrumental adecuado. Posterior-
mente, es preciso tratar la dermatitis.
Cuando ni los agentes cerumenolíticos ni la
irrigación del canal auditivo proporcionan los re-
sultados deseados, es preciso recurrir a la
debri-
dación
, combinando la aspiración con el raspado.
Para ello es imprescindible la utilización de dispo-
sitivos especiales, siempre por médicos otorrinola-
ringólogos expertos.