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Panorama Actual del Medicamento
NUEVOS FÁRMACOS
sión implica la afectación del hueso subcondral
y de las estructuras óseas de la epífisis. P
La clasificación más usada para describir las
lesiones condrales es la
Clasificación modificada
de la Sociedad Internacional de Reparación del
Cartílago (ICRS)
, que incluye cinco grados (0 a 4).
–– Grado 0: Cartílago articular normal.
–– Grado I: Reblandecimiento y tumefacción del
cartílago articular en un área irregular , con
lesiones superficiales.
–– Grado II: fragmentación y fisuración de
menos del 50%.
–– Grado III: La fragmentación y fisuración se
extienden hasta el área del hueso subcon-
dral. Hay presencia de defectos cartilaginosos
en más del 50% del grosor, pero sin llegar a
atravesar hueso subcondral.
–– Grado IV: Hay exposición del hueso subcon-
dral, lo que implica ulceración o incluso pér-
dida completa del cartílago.
En la fractura osteocondral, a diferencia de la
que está limitada solo al cartílago, se produce
hemorragia y formación de coágulo de fibrina,
lo que activa la respuesta inflamatoria alterando
el líquido sinovial. Esta reacción inflamatoria y el
coágulo de fibrina se extienden sobre la superfi-
cie articular afectada, y las plaquetas presentes li-
beran factores mediadores vasoactivos y factores
de crecimiento y otras citocinas. Dado que hay
compromiso óseo, la matriz extracelular participa
a este nivel y contribuye de manera importante
a la curación, estimulando la invasión vascular y
la migración de células indiferenciadas que evo-
lucionarán a condrocitos con todas sus capacida-
des funcionales. Por su parte, en la parte ósea
de la lesión se genera tejido óseo inmaduro que
posteriormente se transformará en maduro. Al
final se produce un tejido cartilaginoso estructu-
ralmente similar al normal, pero que con el paso
del tiempo va perdiendo condrocitos y proteogli-
canos y la matriz extracelular acaba consistiendo
en colágeno tipo I. Posteriormente, generalmente
a lo largo del primer año tras la lesión, especial-
mente si esta es grande, este tejido se desintegra
dejando expuestas zonas de hueso subcondral.
En cualquier caso, la imposibilidad del cartílago
para reparar sus propias lesiones hace que el tra-
tamiento de las pérdidas focales del cartílago no
esté resuelto definitivamente.
La
artroscopia
es considerada como el mejor
método para confirmar el diagnóstico, así como
la localización y el tipo de lesión, permitiendo
además instaurar una corrección quirúrgica en el
mismo acto. Se han propuesto diversas técnicas
quirúrgicas para tratar los defectos condrales,
incluyendo técnicas de reparación, como lavado
artroscópico o estimulación del hueso subcon-
dral y técnicas de regeneración como aloinjertos
osteocondrales, injerto osteocondral autólogo
(
mosaicoplastia
), implantación de condrocitos
autólogos cultivados (
ICA
) y el implante de fibras
de carbón; esta , el cual se fundamenta su capa-
cidad para inducir la formación de colagenasa y
una reacción fibrosa que cubra el daño condral.
En las pequeñas lesiones o defectos del cartílago
articular (afectando a menos de 4 cm
2
) se suele
utilizar con buenos resultados la técnica de la
microfractura
; esta última técnica consistente en
practicar una incisión en el hueso subcondral pro-
vocando la consiguiente hemorragia, lo que es
capaz de inducir la formación de un coágulo de
fibrina y estimular la formación de fibrocartílago,
resultando todo ello en mejorías funcionales de
la articulación. En cualquier caso, esta técnica no
resulta eficaz para lesiones que afecten a zonas
de cartílago de 4 o más cm
2
.
ACCIÓN Y MECANISMO
Chondrocelect
®
es un medicamento de tera-
pia avanzada –
producto de ingeniería tisular
–
que consiste en una suspensión de condrocitos
autólogos para su implantación quirúrgica en la
reparación de lesiones sintomáticas únicas del
cartílago del cóndilo femoral de la rodilla (grado
III o IV de la
Sociedad Internacional de Reparación
del Cartílago
[ICRS]) en adultos. Dado su carácter
autólogo, el medicamento es elaborado y utili-
zado individualmente en cada paciente.
El tratamiento requiere dos procedimientos
quirúrgicos. En el primero, se obtiene una biop-
sia del cartílago sano de la rodilla del paciente
mediante artroscopia, aproximadamente 4 se-
manas antes de su posterior implantación. Los
condrocitos se aíslan a partir de la biopsia por
digestión enzimática, sometiéndose a un cul-
tivo celular
in vitro
. Tras caracterizar a los con-