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NUEVOS FÁRMACOS
Panorama Actual Med 2013; 37 (363): 388-393
LESIONES CARTILAGINOSAS
DE LA RODILLA
Las lesiones condrales u osteocondrales exis-
tentes en el cartílago articular, ya sean de natu-
raleza aguda o crónica, que se producen como
consecuencia de una sobrecompresión del tejido
cartilaginoso o de cizallamiento a nivel subcon-
dral, suelen acabar en un proceso degenerativo.
En las personas mayores esta degeneración del
cartílago articular requiere inevitablemente la
sustitución total de la articulación por una pró-
tesis artificial; afortunadamente, sin embargo,
en los pacientes jóvenes este tipo lesiones car-
tilaginosas pueden ser solucionados o reparadas
antes de que se transformen en un cuadro de-
generativo abierto.
El posible origen de estas lesiones es diverso,
aunque las más frecuentes son debidas a trau-
matismos directos o por torsión, así como a
una osteocondritis disecante. Las lesiones de
origen traumático consisten en fisuras, colga-
jos condrales o desgarros, o en la pérdida de
un segmento de cartílago articular, pudiendo
presentarse de manera aislada o junto a otras
lesiones articulares, como rotura del ligamento
cruzado anterior, especialmente en deportistas.
Aunque sobre la rodilla pueden actuar diferen-
tes fuerzas, la mayoría ocurren por fuerzas de
cizallamiento; por su parte, la osteocondritis di-
secante puede ser el resultado de la insuficiente
o inadecuada consolidación de una fractura os-
teocondral. En este sentido, lo que se conoce
como
laminación
consiste en la separación del
cartílago del hueso subcondral en la línea de
marea (
tidemark
) por dichas fuerzas de cizalla-
miento. Básicamente, pueden producirse tres
tipos de lesiones titulares:
–– Alteraciones de las células y matriz extrace-
lular sin lesión macroscópica de la superficie
articular.
–– Lesión macroscópica del cartílago articular
sin afectación del hueso subcondral.
–– Lesión macroscópica del cartílago articular
y el hueso subcondral subyacente: fractura
osteocondral.
Las lesiones microscópicas del cartílago ar-
ticular pueden ser debidas a un traumatismo
único o a microtraumatismos repetidos. Inde-
pendiente de la causa se observan bandas de
condrocitos muertos que dificultan los procesos
de degradación y síntesis de la matriz extrace-
lular. Como consecuencia de esto último, hay
una disminución de proteoglicanos y una des-
organización ultraestructural del colágeno y un
aumento de la hidratación tisular. Estos cam-
bios provocan un aumento de la permeabilidad
y una disminución de su rigidez.
Las
lesiones condrales
abarcan la capa car-
tilaginosa más blanda y suelen localizarse en el
cóndilo femoral lateral
y en la
superficie medial
de la rótula
. Estas lesiones aparecen habitual-
mente en personas en las que su esqueleto ha
completado su madurez, mientras que las
frac-
turas osteocondrales
afectan habitualmente a
pacientes con esqueleto inmaduro.
En las lesiones condrales traumáticas, se pue-
den apreciar en las zonas en que se ha produ-
cido el impacto daños macroscópicas del car-
tílago, generalmente consistentes en fisuras o
fragmentos desprendidos, pero que raramente
afectan al hueso subcondral. Tales lesiones no
suelen ocasionar hemorragia intraarticular ni
respuesta inflamatoria, ya que el tejido cartila-
ginoso carece de vasos sanguíneos. Aunque los
condrocitos responden sintetizando matriz, no
lo hacen en cantidad insuficiente para reparar
todo el defecto, lo que implica que la capacidad
de cicatrización espontánea del cartílago articu-
lar es mínima; por el contrario, las lesiones car-
tilaginosas inducen una destrucción progresiva
de la superficie articular. Además, las citocinas,
péptidos y componentes macromoleculares del
líquido sinovial pueden potenciar la lesión del
cartílago. En definitiva, aunque el daño queda
limitado al cartílago articular durante los esta-
dios iniciales, la evolución subsiguiente de la le-
CHONDROCELECT
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