acuerdo que tuvo que regresar a España y pasar la
revisión en un hospital en el que trabajábamos
personas que le conocíamos y le queríamos. Recuerdo
que en una de las pruebas, yo tenía su mano cogida y
pensando que su estancia podría alargarse le hice la
pregunta “
Y ahora, Jesús que vas a hacer, para seguir
ayudando desde aquí
”? “
No sé, a mí no me gusta pedir
”,
me contestó. ¡Que frase, y cuanto encierra! Era tan
cuidadoso con ese tema, que me hizo reaccionar de la
forma más simple y fácil para mí:“
bueno hacemos unas
canciones dedicadas al Cristo del Caloco y cuando llegue la
semana cultural en agosto o la romería y sus fiestas en
septiembre, lo que se consiga de donación, lo dedicamos a
las necesidades de aquellas gentes, o a las que tu
consideres oportunas
” Era unas palabras para salir del
paso pero que se hicieron realidad gracias a personas
que pensaban ¡HAY QUE ESTAR!
Cuando marcha a Sabie desde Beira, durante sus
cinco últimos años de misionero, su tarea más
importante junto a la de atender religiosamente a las
comunidades, fue la construcción de diez puestos de
salud, ya que había una ausencia de sanidad aplicada
a lo cotidiano, y era necesario atender una sanidad
primaria. Estos puestos se hicieron a lo largo de
distancias largas, ya que el lugar más próximo para
llevar a sus hijos cuando estaban enfermos lo tenían
a 60,70,80 kilómetros hasta llegar al hospital, y era
difícil encontrar vehículo, así que muchas veces el
camino había que recorrerlo a pie. Era necesario
solucionar que las mujeres y sus hijos no hicieran
tanto camino andando. Ahora como máximo, a 10–15
Kilómetros, tienen un puesto de atención primaria,
donde resuelven los problemas básicos de salud.
Y llega otra nueva etapa, en el año 2012, la de volver
a España a trabajar en cuatro nuevos pueblos
segovianos, aunque sus vacaciones siempre serán
Mozambique, porque como él dice, se enamoró de
AFRICA para siempre. El recuerdo de los niños, con
muchas carencias, pero siempre luciendo una
sonrisa, jugando al futbol con una pelota hecha de
tela y contentos siempre, le anima a seguir luchando
y trabajando por ellos desde la distancia.Y van
pasando los años, las vacaciones en Mozambique se
suceden, sigue compartiendo la vida con aquellas
gentes, aquellos que considera su familia, y juntos
emplean el tiempo y el dinero de las ayudas del
grupo KUPFUNANA ESPAÑA en arreglar tejados de
escuelas que se llevó el vendaval, y otras situaciones
urgentes.
Las vacaciones de 2019, febrero, supone un viaje
especial de regreso a MOZAMBIQUE, tras casi dos
años sin poder hacerlo por un infarto que le dejó
muy tocado. Pero una vez allí, considera que es
tiempo de revisar recuerdos. Son veinticuatro días,
dispuesto a disfrutar el momento de cada uno de sus
pasos, y como si fuera una premonición, un 18 de
febrero recorre Beira, la segunda ciudad del país
donde pasó 22 años trabajando, la ciudad que tanto
sabe de sus sueños. No sabía que aquel día se estaba
despidiendo, era la última vez que volvería a
encontrarla, porque el 14 de marzo, un vendaval, un
ciclón, se la llevó, se llevó sus casas, sus tejados, las
chozas, las iglesias. Esa noche el viento alcanzó los
230 Km / hora, y ninguna puerta o ventana resistió la
fuerza del agua del mar, las chapas arrancadas de los
tejados eran como puñaladas que entraban dentro de
las casas. Esta situación se mantiene desde desde las
20:00h hasta las 4 de la mañana.Todo es desolación
escombros, tristeza, soledad, pero desde la distancia
sigue revisando esas vacaciones de unos días antes,
cuando se paraba frente a su querido rio Sabie,
donde tantas veces se había bañado y había buscado
el agua para llevar a la casa, de darle las buenas
noches como entonces, de ejercer esa expresión
africana llamada “visitarse” y que a él le encanta
ejercerla; visitar otra escuela, otra zona, otro puesto
de salud; encontrar a los padres de hoy que eran
niños cuando llegó a la misión, de saber que ya hay
familias, ancianos y niños que tienen gallinas pollitos y
alguna vaca, de que en la escuela los niños ya tienen
los libros en su lengua CHANGANA. ¡¡¡Todo era
demasiado sencillo para ser noticia!!!
Ahora familias enteras sin casa, sin comida, sin luz, sin
agua, sin comunicaciones. Por primera vez hace que le
veamos hablar en donde puede, radio o televisión, y saca
de nuevo la energía que forma parte de su ADN para
pedir ayuda. Él recuerda que habitó en un suburbio lleno
de miseria y vida, pero fue feliz y aprendió de ellos, que
nunca se debe perder la sonrisa. Poner rostro a la
desgracia es terrible pero Jesús vuelve a empezar desde
cero,
porque es un tipo especial
, fuera de lo corriente
y sus palabras una vez más son: HAY
QUE ESTAR, NO PODEMOS
LLEGARTARDE.
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32
Pliegos de Rebotica
2019
LOS CAMINOS COLATERALES DEL CORAZÓN