Revista Farmacéuticos - Nº 138 - julio/septiembre 2019 - page 39

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uve la posibilidad de pronunciar sendas
conferencias en Cáceres y Badajoz, invitada por
el director de AULA HOY,Alberto González, y
por el Colegio Oficial de Farmacéuticos de
Badajoz, gracias al buen oficio de su presidente,
mi entrañable amigo, el Doctor Cecilio Benegas. Cecilio,
bonhomía por doquier, es un farmacéutico humanista
amante de nuestra profesión ¡La Farmacia!, gran
historiador y aficionado a los toros, lo que me permitió
poder disertar sobre un tema polémico en este momento
y siempre, diría yo, cual es :“Tauromaquia. ¿Arte o
Crueldad? Una vieja polémica”. Pude hablar en ambos
foros con absoluta tranquilidad sin que antitaurinos, como
me ocurrió años atrás en la universidad de Navarra,
irrumpieran en el aula con malos modos, agresividad, y una
falta absoluta de respeto y tolerancia, para llamarme
asesina.
Sin duda hoy como ayer el impacto en la sociedad de la
Tauromaquia, expresión cultural ancestral, sigue siendo
importante desde diferentes aspectos que lo analicemos;
económicos, sociales, culturales, medio–ambientales, pero
por encima de cualquier otra consideración es un
patrimonio cultural de nuestra querida España. Los festejos
populares y las corridas de toros son del pueblo, obvio,
pero a la tauromaquia hemos de tratarla desde; el
conocimiento, la razón, la argumentación y la emoción.
Desde este planteamiento entiendo que es ARTE porque
es creación, singular y único, efímero e irrepetible, que no
persigue otra cosa que la emoción estética de los
espectadores a través de la creación de belleza, como dijo
el maestro Ponce en una reciente entrevista en el diario
ABC:
“ El toreo es arte entre las artes, porque arte es toda
actividad humana que, llevada a su máximo grado de
excelencia transmite emociones
”. No exentas de peligro, en
esos bellos versos de Jorge
Guillén:
Mi corazón cuyo
peligro adoro/No es una mera
frase cortesana/El hombre
entero afronta/Siempre al
toro/Con peligro mortal/ Así se
afana.
En el arte de torear el ritual
y la liturgia son esenciales, si
ello se ignora no se
entenderá su profundo
significado y se perderá el
origen y sentido de muchas ceremonias y muchos de los
ritos que tiene lugar en el ruedo, parafraseando a Francis
Wolf:“
La corrida de toros es un rito, sí, un rito que como todos
los ritos de todas las religiones instituidas y todos los mitos de
todos los pueblos de la Tierra, vuelve a contar indefinidamente
un mismo relato arcaico, el combate entre la naturaleza y la
cultura”
Por ello hemos de insistir que para entender y
comprender a la Tauromaquia, cultura minoritaria relegada
en muchos países, es necesario tener:
Una fina
sensibilidad
, como para cualquier otro arte, pero en este
está presente la muerte, algo que hoy día no gusta, ¡no
queremos sufrir! y si no conoces el campo, el ambiente
rural, no lo comprendes.
Mente abierta y receptiva
para
asumir la violencia expresada por el toro al enfrentarse al
torero que en función de su libertad, como característica
moral del ser humano, ligada a su racionalidad, según Kant,
elije estar ahí aun a sabiendas del peligro que ello supone,
que asume un riesgo demostrando; valor, inteligencia,
destreza, decisión, …y otros tantos valores, y en esta
contienda uno de los dos puede perder la vida. Al final es
el triunfo de la inteligencia sobre la fuerza, asumiendo que
enfrente está la muerte y esa asunción es la verdad del
arte de torear, la que le da el sentido ¡su grandeza! porque
en el ruedo no hay ficción, todo lo que ocurre es verdad y
el torero se juega la vida con belleza y armonía,
parafraseando a José Tomas:“
En el ruedo se pone en juego la
vida a cambio de más vida
”.
En una brillante comparecencia deVictorino Martín en el
Senado dejo claro que:
En el ruedo se ve la cruda realidad: la
muerte de un animal sin tabúes pero se celebra la vida,
y que
por tanto “
los toros no son un espectáculo de muerte sino de
exaltación de lo que somos: confrontamos la muerte para
sentirnos vivos…
”Es un
espectáculo cruento pero no es
cruel que exige un peligro
representado por el toro y una
incertidumbre del desenlace del
encuentro toro torero capaz de
generar emociones.
Los mal llamados animalistas
enarbolan la bandera del
maltrato animal como falaz
argumento para abolir las
corridas y espectáculos taurinos,
39
Rosa Basante Pol
Pliegos de Rebotica
2019
DESDE EL CALLEJON
Hoy como ayer
El impacto en la sociedad
de la Tauromaquia
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