Revista Farmacéuticos - Nº 136 - Enero-Marzo 2019 - page 32

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ste es un caso claro de que a mediados del
siglo XIX, los errores judiciales estaban a la
orden del día y no era muy difícil convertirse
en una víctima de la justicia. Esa época fue
clave para la detección de venenos en casos de
muertes poco claras y se consolidó la figura del perito
ante los tribunales.
Maria Bonamot, llamada Marieta, vivía en la madrileña
Calle Baño y había conseguido una considerable
fortuna “por medio de intrigas amorosas” según
expresión de la época. Solo conocía la cuantía de sus
ahorros su amiga Pilar y la amistad entre ellas era tan
grande que la primera comentaba frecuentemente que
haría testamento a favor de la segunda. Al morir María
Bonamot presuntamente envenenada, todas las
sospechas se dirigieron hacia Pilar que sería la
heredera de lo poco o mucho que tuviera la otra.
El 25 de mayo de 1844, María Bonamot y su amiga
Pilar Campé salieron a dar un paseo, ya anochecido, y a
comer algo que les sirviera de cena. Llegaron a la
fonda Los Andaluces y allí les sirvieron pollo, vino de
Jerez y fresas de postre.
Horas después y ya en casa de Pilar en la madrileña calle
Infante nº 4, María comenzó a vomitar manchando su
propia ropa y la de la cama. Pilar llamó al médico que
siempre les atendía, don Aguedo Pinilla, y al entrar éste en
el dormitorio María le saludó llamándole por su nombre.
Manifestó estar bien, solo con dolor de cabeza y los
vómitos los achacaba a estar menstruando desde hacía dos
días. El médico la recetó agua de limón helada y unos
sinapismos (cataplasma a base de mostaza) para los pies.
Tres horas después, el médico vuelve en compañía de otro
colega, doctor Juan Drument, que también conocía a la
enferma, y juntos examinaron el vómito sanguinolento que
había en un recipiente. Encontraron a María muy inquieta,
con la lengua muy seca y de color oscuro, pupilas dilatadas,
delirando y el abdomen muy hinchado.
Solo se quejaba de dolor de cabeza. Los
médicos se marchan.
A las tres y media de la madrugada, Pilar
se alarma al ver el empeoramiento de su
amiga y llama de nuevo a los médicos, que
no llegan hasta las seis, cuando María ya
ha fallecido. En esas tres horas de espera,
según cuenta después su amiga, María
muestra deseos de hacer testamento a
favor de Pilar y llaman a un escribano y
una testigo.
Para todos los
médicos
consultados es un
claro caso de
envenenamiento
por opio, pero el
doctor Pinilla se
apartó del
dictamen de sus
compañeros,
dando su voto
particular:“Ni los
síntomas, ni la autopsia, ni el principal reactivo químico
empleado, ni nada, contribuye a confirmar las sospechas
que hubiera podido infundir la acción del cloruro férrico
(sospechar envenenamiento por morfina), tan lejos, que
esto las reduce a la nulidad “
Hasta aquí los hechos. La autopsia y el informe de la
misma, es el siguiente:
Declaración dada acerca de la muerte de doña
María Bonamot, por los profesores don Juan
Drument, don Manuel Guerrero, don Rafael Saura,
don Pedro Mata, don Fernando de Laorden, don
Tomás de Corral y don Juan Pou.
El día 12, 15 y 16 de junio del corriente año, los
catedráticos de la Facultad de Ciencias Médicas de esta
corte, y doctores en medicina y cirugía abajo firmados,
residentes en Madrid, en virtud de un oficio del Sr. juez de
primera instancia del Prado, don Benito Serrano y Aliaga,
nos hemos reunido para manifestar si por los síntomas
observados en María Bonamot, resultados que ha dado la
inspección de su cadáver y las operaciones químicas
practicadas sobre sus líquidos y sólidos, se puede
determinar cuál ha sido la verdadera causa de la muerte, y
en el caso de envenenamiento qué sustancia lo ha
producido, dando las razones científicas
en que se apoye nuestro dictamen.
Reunidos los que suscriben sobre las dos de
la tarde del día 26 de mayo en la
habitación en donde había muerto la
Bonamot, vimos encima de una mesa de
tocador una jofaina que contenía una
porción de materia de color rojo, según se
nos dijo, vomitada por la enferma, con
mezcla de alimentos que parecían fresas; el
olor de estas materias era ácido.
Marisol Donis
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Pliegos de Rebotica
2019
LOS BOTICARIOS
Frascos morfina
El envenenamiento de
María Bonamot
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