consolidada alrededor de Góngora y de la amistad de
sus miembros, tan brillantes que llegaron a constituir la
llamada Edad de Plata de la Literatura Española.
Muchas son las características propias de esta
Generación, pero hay una que encaja perfectamente en
este capítulo y que destacamos de la mano deVicente
Gaos que, en su
Antología del Grupo Poético del 27
, nos
la indica: el predominio de la metáfora.Y es que “es
natural en una poesía que alimentaba la ilusión, con
Góngora, de forjar un lenguaje poético ajeno a la
lengua hablada, que aspiraba a eludir la realidad, la
metáfora se convirtiese en la espina dorsal del poema,
en su razón de ser”, hasta el punto que Ortega y
Gasset llega a definir a la poesía como “el álgebra
superior de la metáfora”.
La riqueza poética y expresiva de Gerardo Diego,
poeta absoluto, poeta total, encontrará en ella el
modo de comunicarnos la belleza de su palabra
que hará brillar “la propiedad de sus imágenes y
metáforas”, según destaca Manrique de Lara en su
biografía de nuestro poeta.
En este capítulo, los vegetales aparecerán como
“vehículos de belleza” más que como individuos
botánicos:
En “San Juan”, de
Imagen
, se suceden éstas y las
metáforas:
“
Margarita, novia del grillo.
Dame tu estrella, Margarita.
(...)
Novia de grillos y de luceros.
(...)
La verde cabellera de espigas
-Margarita, novia del grillo-
ha lanzado una idea roja,
seda de labio, sed de Amapola
”.
Poema en el que la primavera y el estío quedan
representados, según el propio poeta, en la
margarita y en la amapola.
“
Mi vida es un limón / pero no es amarilla mi
canción
”.
(“Primavera”, de
Manual de espumas
)
En sus característicos poemas paisajísticos-
arquitectónicos nos muestra el poeta bellísima
imágenes: así, cuando llama “mellizos lirios de
osadía”, según vimos, a las Torres de
Compostela, o señala a La Giralda
su “vocación de nardo” y a la
Catedral de Sevilla como “sueño
de cielo en ascensión de
palmas”.(“Si yo fuera arquitecto”,
de
Canciones a Violante
)
Para decirnos en “La
tormenta”, de
Amor solo
, que
“
Tus labios refrescabas con el vello
de una invisible menta de esperanza,
como volviendo de alta romería
en la noche de julio toda estrellas
”.
Una metáfora particularmente culta e
insospechada, riquísima, salta en
“
La rama
”, del libro del mismo
título:
“
Líquenes, hongos de
escritura rúnica
ya recaman, ya estofan su
corteza.
Reina de Saba no vistió esa
túnica
”.
Y en “Respuesta”, de
Ángeles de
Compostela
, encuentra a Galicia en
la verde capa que forman las
Criptógamas sobre la piedra:
“¿
Qué en dónde está Galicia
?
(...)
La hallarás, piedra lírica, en el pazo,
piedra de oro y verdín, piedra leprosa
y donde haya un regazo, en el regazo
”.
“
Juncos elásticos al viento, / espadachines de novela
”
(“Los juncos”, de
Mi Santander
,...)
De su libro taurino, ya citado,
La suerte o la muerte
,
destacamos las siguientes:
“Queda en el ruedo y se mece / -oro y grana- una
peonía” (“Quiebro de rodillas”)
“
Ver a Santiago Martín / torear como los propios
crisantemos
” (“
El Viti
”).
El sauce se hace uno con la lágrima evocadora del
pasado:“Pero naciste tú, alondra de verdad, / (...) / y se
pobló de sauces la margen del recuerdo” (“Primera
alondra de verdad”, de
Biografía incompleta
) o se
identifica con la lánguida postura de una mujer
escuchando al pianista:“A la orilla del piano como
sauce / sobre engaño amoroso te inclinabas”(“A la
orilla”, de
Poesía amorosa
).
Su íntima vocación musical continúa en “Orfeo”, de
Cementerio civil
:
“
¿Para quién cantas tú, para quién canta /
tu alma de luz, el lirio de tu
cuello?
”.
A las campanas, en el poema
del mismo nombre, las califica
como “locas flores del viento”
y “En si yo fuera pintor” habla del
olmo “decrépito de nudos
quirúrgicos”. Para afirmar en
FABULA
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Pliegos de Rebotica
2019
Tilo
Salvia