vez mas politizar las situaciones serias como
esta.
Veo imágenes del funeral y el silencio escribe
su despedida:
Las lágrimas llegaron
Mojando el sentimiento
Una bufanda azul
Azul, color de cielo,
Cantaba “girasoles”
Colgada de su cuello.
Nos habéis transmitido en una foto, la sonrisa
eterna y dulce de un niño con la ingenuidad,
transparencia y ganas de vivir en su rostro.
Personalmente no he podido aceptar que nadie
pudiera hacerle daño, pero reconozco que hoy
estamos en la época del “buenismo”, donde hay
más prebendas para los malos que para los que
intentan transmitir la paz.Así vemos, como los
políticos cultivan asesores como si fueran hongos,
pero ninguno para evitar que estos dramas se
repitan.Todas las conductas tienen un origen. Los
que gobiernan no son videntes, ni tienen por qué
serlo, pero si se podría tener un “despacho de la
coherencia”, donde estudiar e investigar los
procedimientos que deben emplearse.
Lo que no es aceptable es que después de
tantas desapariciones y asesinatos, se llegue a
un juicio en el que por el “
buenismo
”
mencionado, o por otras razones que se me
escapan, sea elemento disculpatorio para
establecer la pena, que el culpable,
supuestamente, tenga a su favor consumir algún
producto –alcohol, droga o sustancia tóxica– lo
que le permitirá salir a los pocos años de la
cárcel, mientras el perjudicado queda bajo
tierra para siempre. Este es el caso sobre el
que escribo, de nuestro pequeño niño Gabriel
–porque es nuestro– y espero que a la hora de
hacer justicia, no se repita más de lo mismo, y
se piense si no son demasiados etiquetados
como “trastorno mental transitorio” en casos
de asesinatos no solo de niños, sino también de
adultos.
¿Podría enviarse caso por caso al “despacho de
la coherencia”?
Y me estoy refiriendo no solo a los asesinados,
sino a las agresiones que dejan a los que las
padecen con crisis postraumática toda su vida,
o padecer deterioro físico grave.
¡Algo estamos haciendo mal en el mundo en
que vivimos!
Las lágrimas llegaron
Mojando el sentimiento
Una bufanda azul
Azul, color de cielo,
Cantaban “girasoles”
Colgada de su cuello.
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Pliegos de Rebotica
2018
LOS CAMINOS COLATERALES DEL CORAZÓN