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Pliegos de Rebotica
2018
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desenvolverse y participar en los
asuntos de interés social o públicos
y, con el paso del tiempo, también la
oportunidad de aquellos que
buscaban simplemente una
formación intelectual programada.
Una representación clásica medieval
es el
Hortus deliciarum
de Herrad
von Landsberg (1180). ¿Cuáles eran,
pues, los contenidos de las dos
cuerpos didácticos presentes en las
escuelas medievales?
Trivium
(parte literaria del
conocimiento), significa literalmente
en latín tres vías o caminos y
constituía el núcleo central de la
docencia que incluía tres materias
relacionadas con la elocuencia, por
tanto, con el lenguaje y el discurso: la gramática
(la lengua hablada en la comunidad), que
proporcionaba los medios necesarios para
expresarse correctamente con conocimiento y
propiedad, o dicho de otra manera, la habilidad en
el hablar; la retórica (elocuencia propiamente
dicha), es decir, el arte de deleitar y persuadir,
adornando las palabras, imprescindible en los
asuntos civiles; y la dialéctica (o lógica),
competente en la capacidad de argumentar y
discutir los más variados asuntos, separando lo
verdadero de lo falso. En resumen, según un
pensamiento antiguo de origen latino: "la
gramática ayuda a hablar, la dialéctica ayuda a
buscar la verdad y la retórica colorea las
palabras".
Quadrivium
(nivel superior de instrucción
educativa, parte científica del conocimiento),
significa cuatro vías o caminos y agrupaba las
disciplinas relacionadas con las matemáticas: la
aritmética
, ciencia de los números, primera
entre todas las materias
matemáticas, en razón a que no
requiere de las demás para poder
explicarse y ser comprendida. Por
tanto, base y fundamento de las
otras ciencias. La
geometría
,
ciencia de la medida y de las formas
de los objetos, a través del manejo
de los ángulos y cálculo espacial; la
astronomía,
ciencia competente
en el conocimiento del movimiento
y curso de los astros y la posición
espacial de las estrellas; y la
música
, ciencia (exacta) que
estudia los números en conexión
con los sonidos, o sea, los cantos.
En definitiva: "La aritmética numera,
la geometría pondera, la astronomía
cultiva los astros y la música canta".
Una representación renacentista del
quadrivium
se encuentra en el facistol
de la Catedral de Sevilla.
En el devenir del desarrollo e
implantación de las siete artes
liberales en las escuelas medievales,
dos autores, uno hispano y otro
anglosajón, destacaron por su
aportación a estos cometidos
universales en Occidente.
El primero el hispalense San Isidoro
de Sevilla (560-636), que se hizo
presente en su obra maestra
Etimologías
. En efecto, los tres
primeros libros (capítulos en la
actualidad) están dedicados
extensamente a la enseñanza del
trivium
y el
quadrivium
, donde se fijan
de manera definitiva la metodología del
aprendizaje básico y superior. Muchos autores
coinciden al afirmar que el Doctor
Hispaniae
representa el más ilustre pedagogo de la Alta
Edad Media al sistematizar las materias docentes
de las escuelas medievales y redactar los libros
necesarios para enseñar en ellas. Remontándose a
los orígenes en sus
Etimologías
(libro XIV),
escribe: "Esta es la verdadera Grecia, donde
estuvo la ciudad de Atenas, madre de las artes
liberales y nodriza de los filósofos". Establece
categóricamente que la gramática es la madre de
todas las ciencias.
El segundo autor anglosajón, Alcuino de York
(siglo VIII), monje, teólogo, pedagogo y escritor,
conocedor de la obra isidoriana, tuvo el encargo
de Carlomagno de organizar la Escuela Palatina
de Aquisgrán y adoptar el sistema de las artes
liberales como modelo de
currículum
educativo, lo
que contribuyó grandemente al Renacimiento
carolingio.
En la plenitud de la Edad Media las
escuelas iniciaron su transformación
hacia las universidades (
studium
generale
), que paulatinamente fueron
sustituyendo a las escuelas palatinas,
monásticas y episcopales, aunque,
cierto es, las artes liberales
continuaron como eje central de la
enseñanza. Tras este primer periodo
formativo en el
studium
los alumnos
se adentraban en saberes más
específicos y superiores, que seguirían
denominándose artes y también
filosofía y que abarcaban todas las
ciencias. Con la caída de
Constantinopla y la aparición del
Renacimiento, de forma progresiva,
otras propuestas de enseñanza
tomaron cuerpo de naturaleza
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