Revista Farmacéuticos - Nº 115 - Octubre-Diciembre 2014 - page 31

I
magine que soy un
alienígena –quizás a algún
lector no le cueste mucho–
que nunca había visitado la
Tierra antes, ni había
entablado contacto con
ningún ser humano. Mi
curiosidad y un formidable
vehículo espacial me llevaron a
aterrizar aquí y ahora intento
despejar algunas dudas existenciales
que, cómo he podido comprobar, los
extraterrestres compartimos con los
seres humanos. Quiero saber, nada
menos, qué es lo que piensan en la Tierra
acerca de la inmortalidad.
Como preguntar sobre la cuestión a más de siete
mil millones de personas en cientos de idiomas
diferentes se me hacía bastante complicado y
tedioso –incluso mi prodigiosa tecnología galáctica
tiene límites– decidí echar mano de varios textos
humanos publicados, a ver si entre ellos podía sacar
algo en claro. El azar –ya sabe, ese invento ladino
con el que engañamos a nuestra inteligencia– me ha
llevado a topar con cinco discursos dispares, tanto
en contenido como en extensión y origen cultural:
La vida eterna
(Fernando Savater),
¿En qué creen
los que no creen?
(Umberto Eco y Carlo Maria
Martini),
¿Qué es real?
(Meinhard Kuhlman,
publicado en
Investigación y Ciencia
. Octubre
2013; pp. 24-31),
Del sentimiento trágico de la vida
(Miguel de Unamuno) y
Tras la virtud
(Alasdair
MacIntyre). A partir de ellos he
reconstruido
una
discusión a múltiples bandas que obviamente nunca
ocurrió, por la que anticipo mis disculpas a todos
ellos, incluidos los fallecidos Carlo Maria Martini
(2012) y Miguel de Unamuno (1936), declarándolos
expresamente inocentes del resultado.
El diálogo lo inicié a partir de lo que entendíamos
como
realidad
; para ello propuse como definición
previa –adoro las definiciones previas– que la
realidad es el todo, seamos o no capaces de
apreciarlo o percibirlo, antes, ahora y en el futuro;
es la global y mutua interrelación existente entre
toda disposición de la materia y la energía, en el
tiempo y en el espacio, tanto
en su forma inanimada como
en su particular concreción en
la vida, en la mente consciente
e inconsciente que busca
conocer y encontrar sentido al
universo, a través del espíritu
ético, de la sensibilidad artística,
del conocimiento sistemático y del
sentimiento de religación con el resto
del universo. Ahí es nada.
Los demás se quedaron mirándome como si
fuera un extraterrestre –al fin y al cabo, lo
soy– y por fin Meinhard Kuhlman se decidió
a entrar en juego. ¿Ha visto alguien alguna vez la
masa en sí?, nos preguntaba y se preguntaba. No,
solo observamos lo que la masa implica para otros
objetos o, dicho de otra forma, cómo un cuerpo
dotado de masa interacciona con otro por medio de
un campo gravitatorio local. Por tanto, ¿a qué se
debe que solo podamos conocer la relación entre las
cosas, en lugar de las cosas en sí? La respuesta más
simple que encontraba Kuhlman a su propia
pregunta es que solo existen las relaciones, la idea
que sustenta el llamado
realismo estructural óntico
y que estaría apoyada por el descubrimiento de una
gran cantidad de simetrías en la física moderna. En
pocas palabras,
podemos prescindir de las cosas y
limitarnos a suponer que el mundo no contiene más
que estructuras o redes de relaciones.
Para acabar
de aturdir al personal, Kuhlman resaltó que el
comportamiento del vacío en la teoría cuántica de
campos nos deja atónitos: su número medio de
partículas es cero, pero hierve de actividad con una
cantidad ingente de procesos que involucran la
creación y destrucción de todo tipo de partículas.
Este vacío, aún carente de partículas, posee ciertas
propiedades y una partícula no es más que lo que
emerge cuando algunas de esas propiedades se
agrupan en cierta forma.
Imagine usted la cara de Miguel de Unamuno.
Enervado como solo un bilbaíno puede llegar a
estarlo, protestó diciendo a la concurrencia que
no
podemos concebirnos como no existiendo
. Aún más,
el que fuera rector vitalicio de la Universidad de
Santiago Cuéllar
P
de Rebotica
LIEGOS
31
LA REALIDAD BAJO LA ALFOMBRA
Diálogos alienígenas
sobre la inmortalidad
(I)
1...,21,22,23,24,25,26,27,28,29,30 32,33,34,35,36,37,38,39,40,41,...52
Powered by FlippingBook