Revista Farmacéuticos - Nº 115 - Octubre-Diciembre 2014 - page 30

conservaban
exactamente igual que
cuando fue enterrado
once años atrás.
Velasco decidió vestir
a su hija con un traje
de raso blanco, calzó
sus pies con zapatos
del mismo material,
colocó pulseras en sus
muñecas y maquilló el
rostro. Lo introdujo en
una urna de cristal y
fue colocado en el altar
de la capilla del Museo
Antropológico. Allí
estuvo muchos meses,
hasta que el padre, ante
los ruegos de su mujer, limpió el rostro de afeites,
le despojó de ropa y zapatos, volviendo a vestirla
con otro hábito de la Concepción completamente
nuevo. Nada de esto se publicó en prensa. Apenas
unas líneas como si de un anuncio por palabras se
tratara donde se informaba que el cuerpo de la
joven había sido exhumado para ver el estado de
conservación. Ya que conocemos lo que ocurrió
realmente, se puede leer entre líneas una pequeña
noticia en un diario de la época “el Museo
Antropológico se ha enriquecido con nuevas
adquisiciones” justo por las fechas en que la momia
ocupó sitio de honor en la capilla del Museo.
El Museo no recibió apoyo institucional y se
sostuvo con la fortuna personal de Velasco hasta
la ruina.
El doctor Velasco fallece en octubre de 1882.
Poco a poco el Museo Antropológico se fue
convirtiendo en almacén de cosas raras. Pasó a
manos del Estado que lo mantuvo cerrado varios
años. La momia de Concepción fue trasladada a
los sótanos del Hospital San Carlos. La viuda de
Velasco solicita el traslado de los restos de su hija
al nicho de la Sacramental de San Isidro de donde
la sacaron en 1875, pero los trámites burocráticos
impidieron la nueva orden judicial de
inhumación. Pasaron años hasta que lo consiguió.
Por fin logró que los restos descansaran en su
nicho de origen.
Como criminóloga que soy, he asistido a diversos
cursos en las cátedras de Medicina Legal de la
Universidad Complutense de Madrid. He tenido la
suerte de visitar el Museo de Reverte Coma y otros
situados en diversas cátedras del mismo edificio.
En el museo del departamento de Anatomía y
Embriología humana, se puede observar una
momia en urna acristalada, junto a un cartel
manuscrito identificando esos restos como los de
la hija del doctor Velasco. Solo que, Concepción
González-Velasco Pérez está enterrada junto a sus
padres en un cementerio madrileño. Entonces…
¿Cuál es la identidad de ésta momia?
La solución a este enigma me la dio un magnífico
trabajo publicado en la Revista de la Escuela de
Medicina Legal en febrero de 2010, con el título
de
La momia de la hija del doctor Velasco
:
disección de una leyenda”.
Al parecer, la momia corresponde a una niña de
unos 12 años de 1,23 mts de estatura, que podría
ser Carmen Tarín Perdiguero, quien falleció tres
años después de Concepción, de tuberculosis. Su
cuerpo fue embalsamado y donado por su padre,
también médico, tras los permisos y autorizacion
civil y eclesiástica, al doctor Velasco para su
museo.
Es lo más creíble. Ha sido una investigación
exhaustiva y todo coincide. A pesar de que el
cartelito “momia de la hija del doctor Velasco,
permanece en la urna.
La familia del doctor Velasco descansa unida en
el patio de la Concepción de la Sacramental de
San Isidro.
En opinión de un médico cercano al doctor
Velasco, éste tuvo dos pasiones: su hija y la
momia. Yo agregaría una más: su profesión.
P
de Rebotica
LIEGOS
30
LOS BOTICARIOS
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