Panorama Actual del Medicamento (PAM) - Nº 366 - Septiembre 2013 - page 109

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ASESORAMIENTO FARMACÉUTICO
Panorama Actual Med 2013; 37 (366): 811-819
Tratamiento farmacológico
Existen diversas opciones terapéuticas para
tratar el dolor osteomuscular y articular. En
buena medida, la decisión de optar por una u
otra, o combinarlas entre sí depende de la causa
que motiva tal dolor, la duración y la localización
orgánica de la lesión. En los
cuadros dolorosos
agudos
leves o moderados causados por peque-
ñas lesiones osteomusculares (golpes, torceduras,
estiramientos musculares, etc.) es habitual recu-
rrir a dos tipos de tratamientos farmacológicos,
destinados a reducir el dolor y la inflamación.
––
Analgésicos antiinflamatorios no este-
roideos
(AINE) y
analgésicos antitérmi-
cos
(A/A) sistémicos (generalmente, por
vía oral). Los AINE convencionales inhiben
de forma inespecífica las ci­clooxigenasas
(COX-1 y 2), lo que disminuye la sínte­sis de
prostaglandinas (PGE) y, como consecuen-
cia, la inflamación periférica. Sin embargo,
las PGE participan también en la transmisión
de la señal nociceptiva, por lo que en la ac-
tualidad se acepta que estos fármacos tie-
nen un mecanismo de acción tanto central
como periférico. La inhibi­ción inespecífica
de las COX induce alteraciones en la coagu-
lación y hemorragia, alteraciones gastroin­
testinales, renales, etc.
––
Analgésicos externos
son sustancias capa-
ces de aliviar el dolor mediante su aplicación
local (tópica) en la zona de la piel que recubre
el área dolorida. Pueden ser clasificados en
dos grupos, los
contrairritantes
y los
AINE
.
El grupo de los AINE ofrece una gama muy ex-
tensa de productos equiparables en eficacia y en
incidencia de efectos adversos, y con grandes di-
ferencias en la respuesta individual incluso entre
miembros de una misma familia química. En la
práctica clínica el criterio principal para seleccio-
nar un antiinflamatorio es
la duración de acción
,
atendiendo a dar el mínimo número posible de
tomas diarias para comodidad del paciente y para
asegurar el cumplimiento del tratamiento.
Hay que tener presente también que los AINE
no son la única alternativa en el tratamiento de las
enfermedades reumáticas. Los analgésicos puros
como el paracetamol tienen mejor tolerancia
gastrointestinal y puede ser de utilidad en casos
donde la sintomatología predominante es el dolor
y no la inflamación, como la lumbalgia aguda, en
la que la evidencia clínica encontrada indica que
no parece haber diferencias significativas entre los
AINE y el paracetamol, como tampoco parecen
existir entre los diversos tipos de AINE.
Los tratamientos con AINE resultan en eleva-
ción de la incidencia de úlcera gastroduodenal y
otros efectos adversos derivados de la lesión de
la mucosa. El riesgo aumenta con la edad, y con
la dosis y duración del tratamiento. Estos efectos
se producen en dos fases:
inmediata
, por el con-
tacto del AINE con la mucosa, y
prolongada
, de-
rivada de la administración crónica. En cualquier
caso, la utilización de AINE en tratamientos cor-
tos, como es el caso que nos ocupa, no plantea
problemas especiales, salvo que exista algún tipo
de contraindicación específica.
En dolores agudos derivados de pequeños trau-
matismos, torceduras y enguinces, la aplicación de
AINE tópicos
a lo largo de una semana de tra-
tamiento parece producir resultados clínicamente
satisfactorios, aunque la eficacia no es unánime
para todos los fármacos disponibles. La principal
ventaja reside en la mayor seguridad de los AINE
tópicos, ya que la incidencia de efectos adversos
es en general muy baja, con especial relevancia en
lo que se refiere a los gastrointestinales.
Básicamente, los AINE tópicos contienen las
mismas moléculas que se em­plean en forma sis-
témica, aunque se puede apreciar la persistencia
en forma tópica de algunos derivados que deja-
ron de estar disponibles en forma sistémica, espe­
cialmente de aquellos que, aun siendo potentes
antiin­flamatorios, fueron asociados a problemas
significativos de toxicidad o, simplemente, por
estrictos motivos co­merciales. Así, podemos en-
contrarnos en forma tópica al ácido salicílico, a
algunas pirazolonas (suxibuzona), al ácido flu-
fenámico, al etofenamato, la bencidamina, etc.
Asimismo, también aparecen algunos derivados
de AINE conocidos (ibuprofeno, ketoprofeno),
específica­mente diseñados molecularmente para
su administra­ción tópica (mabuprofeno, piketo-
profeno), sin ninguna particularidad farmacoló-
gica de relevancia. Por último, aparecen algunos
Dolores osteomusculares y articulares agudos (II)
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