Panorama Actual del Medicamento (PAM) - Nº 365 - Julio-Agosto 2013 - page 13

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Panorama Actual del Medicamento
REVISIÓN
origen a los
análogos sinté­ticos de GnRH
. En
los primeros días de su aplicación, los análogos
producen un aumento de la secreción de LH y FSH
por la hipófisis, de forma idéntica a como lo hace
la propia GnRH natural, todo lo cual conlleva un
incremento de la testosterona circulante. Sin em-
bargo, estos análogos de GnRH o
superagonis-
tas del receptor de GnRH
, producen un efecto
permanente, por lo que a partir de los primeros
7 días de su administración (generalmente, me-
diante formas farmacéuticas de cesión continua)
se produce un descenso mantenido de la LH y de
la testosterona circulante; es decir, una castra-
ción química re­versible. Los análogos de GnRH se
administran habitualmente como implantes por
vía subcutánea o como microesferas por vía in­
tramuscular, de forma mensual, trimestral, semes-
tral o incluso anual.
Las respuestas obtenidas con los diferentes
aná­logos de GnRH disponibles en España,
leu-
prorelina
(
Procrin
®
y
Eligard
®
),
goserelina
(
Zola-
dex
®
),
triptorelina
(
Decapeptyl
®
,
Gonapeptyl
®
),
buserelina
(
Suprefact
®
) e
histrelina
(
Vantas
®
)
en pacientes con cáncer de próstata metastá-
sico son superponibles, con respuestas objetivas
que oscilan entre el 80% y el 93% de los casos,
dependiendo de los meses de tratamiento. Tam-
poco se han observado diferen­cias en cuanto a
las respuestas objetivas y la sobrevida entre los
pacientes tratados con análogos de GnRH y los
pacientes tratados con castración quirúrgica o
con estrógenos.
Los análogos de GnRH no son especialmente
tóxicos. Sus efectos secundarios están relaciona-
dos directamente con la drástica reducción de los
niveles de tes­tosterona, y son de la misma mag-
nitud que la observada en los pacientes orquiec-
tomizados. La mayoría de los pa­cientes presenta
pérdida de libido y disfunción eréctil y entre el 50
y el 63% de los casos presenta sofocos, ocasiona­
dos por la elevación de los niveles de noradrena-
lina a nivel hipotalámico que, a su vez, ac­túa sobre
los centros termorreguladores. Cuando los sofo­
cos llegan a ser especialmente molestos se recurre
al empleo de pequeñas dosis de estrógenos o de
agentes antiandrógenos, tal como se verá a con-
tinuación.
El efecto adverso más relevante es el llamado
estallido o recrudecimiento (
flare up
), que se pro-
duce en respuesta al brusco incremento de la tes-
tosterona plasmática du­rante los primeros 7 días
tras la aplicación de la primera dosis del análogo
de GnRH. Se observa en el 6-10% de los casos y
se manifiesta clínicamente en los pacien­tes como
dolor óseo (4-5%), obstrucción urinaria (0,5-1%)
y la más grave de todas, la compre­sión medular,
que puede llegar a producir paraplejia en el 0,7%
de los casos. La aparición del
flare up
puede pa-
liarse o incluso evitarse con la administración de
antiandrógenos desde 7 días antes de la aplicación
del análogo de GnRH.
Otros efectos adversos observados consisten en
alteraciones del carácter, fracturas óseas secunda-
rias a la osteoporosis producida tras 3-4 años de
supresión androgénica e incremento de los niveles
séricos de colesterol y los triglicéridos. También se
ha observado un incremento del riesgo (36-49%)
de aparición de diabetes, de morbilidad (20%) y
de mortalidad (17%) por enfermedades cardiovas-
culares relacionadas directamente con la supresión
de la tes­tosterona, todo ello de forma similar a lo
observado igualmente en los pacientes orquiecto-
mizados.
Antiandrógenos de acción directa
Se incluye en este grupo a un conjunto de
fármacos que bloquean com­petitivamente el re-
ceptor de andrógenos en el núcleo de las células
prostáticas (tanto en las normales como en las tu-
morales). Según su estructura, se distinguen entre
esteroídicos y no esteroídicos; tales diferencias es-
tructurales tienen importantes implicaciones far-
macológicas y toxicológicas.
Entre los
antiandrógenos esteroídicos
se
distinguen la
ciproterona
(
Androcur
®
) y el
me-
gestrol
(
Me­gefren
®
y
Borea
®
). No sólo contra-
rrestan los efectos de todos los andrógenos, ya
sean de origen testicular o suprarrenal, sino que
además, al ser potentes pro­gestágenos (de hecho,
el megestrol carece de efectos antiandrogénicos
directos, a diferencia de la ciproterona), inhiben la
síntesis de gonadotropinas, a diferencia de los an-
tiandrógenos no esteroídicos. Actualmente, su uso
clínico está limitado al tratamiento de los sofocos
producidos por la supresión androgénica. Entre
sus efectos secundarios pueden citarse pérdida
de la libido y de la potencia sexual, gine­comastia
y mastodinia (dolor mamario) en el 13% de los
casos, cardio­patía isquémica y enfermedad trom-
boembólica en el 5% y retención de líquidos en el
4% de los casos.
Mucho más utilizados actualmente son los de-
nominados
antiandrógenos puros
o
no este-
roídicos.
La
flutamida
(
EFG, Eulexin
®
, Grisetin
®
,
Prostacur
®
)
actúa bloqueando la unión de la dihi-
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