Revista Farmacéuticos - Nº 135 - Octubre-Diciembre 2018 - page 33

33
Pliegos de Rebotica
2018
V
V
uelvo al mar y me monto la
película de siempre: “
Me
estaba esperando y me ha
reconocido
”. Sé que no es
verdad, pero educadas las
personas en el egocentrismo le
otorgo a esta inmensidad azul una
lealtad que no practica nadie pero
que yo la rescato para vivir en
la fantasía de mi yo. Como no
hablan, solo susurran, como no
gritan, solo canturrean,
interpreto el lenguaje de
las olas a mi antojo. No hay
nada más gratuito como diseñar
tu vida en función de tus deseos,
carencias y necesidades.Y el mar
puede ser también un chicle perfecto
para estirarlo y encogerlo como te
viene en gana.¿Quién te espera?
Posiblemente solo el mar. Pues
a él me entrego.
El mar es bello aunque tú no lo mires. Él sigue
estando mientras tú, a empujones, te metes en
un vagón de metro a 400 kms de distancia. Es
octubre y vuelvo a la inmensidad del azul. Está
más tranquilo, vuelvo a sentarme frente a él con
un libro de poesía como si fuera agosto. El mar
me invita a la poesía. El lenguaje literario más
difícil y complicado. No sé por qué asocio la
playa a la lectura de poemas. Siempre son los
mismos:
Luis
Cernuda, Ángel
González, León
Felipe
y
Ernestina de
Champourcin,
de esta
última leo y releo
cada viaje un poema
que se llama “La
oración”.Va sobre un muro
implacable, ciego, callado, impenetrable. Ella pide
como creyente ayuda al Señor para adelgazarlo,
yo como agnóstica pido fuerzas a la Vida.
En octubre el mar es el de siempre, la playa no.
Está mucho más vacía. El mar es indiferente a
este trajín de gente. Cierro el libro de poemas
y veo a dos pescadores que han acampado y
han señalizado un territorio con cuatro cañas
de pescar, potentes y largas. Han establecido
una especie de frontera entre ellos y el resto.
Me acerco: “
Somos de Elda y venimos a pescar en
estas fechas porque en verano tienen preferencia
los bañistas” “Pero nosotros no molestamos a
nadie, pueden pasar bajo las cañas y bañarse
“Hay playa para todos” les contesto. Me
asombra su temple, y su vocación de esperar
¿Pero qué esperan?
“A las doradas, en agosto no
se acercan a la playa ahora sí” “A veces no
pescamos ni una y nos vamos con el cesto vacío,
pero merece la pena
”. Sigo hablando con ellos y
les sorprende que yo me sorprenda por su
afición “
Somos como los ciclistas, pero nosotros no
pedaleamos, nos anclamos en la playa
” Les
Paloma Álvarez Criado
A los que esperan
frente al mar
1...,23,24,25,26,27,28,29,30,31,32 34,35,36,37,38,39,40,41,42,43,...52
Powered by FlippingBook