Revista Farmacéuticos - Nº 129 - Abril-Junio 2017 - page 38

Dudo que sea la casualidad quien les haya
hecho escoger como especie de estudio al
gusano del tabaco, el mismo que
insistentemente pregunta a Alicia: “Y tú, ¿quién
eres tú? Aunque quizá era Lewis Carroll quien
sabía más de lo que podía contar. Para
averiguarlo deberían replicarse los
experimentos con otras especies de gusano.
Pero en fin, esta última reflexión resulta del
devenir de la imaginación, es imposible que no
se excite ante este descubrimiento. Lo cierto
es que esta persistencia de la memoria inter
fase tiene sentido evolutivo, la mariposa podrá
reconocer de forma aparentemente instintiva
las mejores plantas donde depositar sus
huevos, que serían aquellas que resultaran más
suculentas en su fase oruga, aunque ella lo
interpretará como una preferencia innata.
Imagino una fábula en la que un gusano del
tabaco aprende a evitar algunas hojas en
concreto porque se asociaron a algún evento
desagradable. Estas hojas, con su color
específico, son de hecho las más nutritivas, las
mejores, pero la casualidad hizo que una
oruga en concreto las asociara con una gota
de pesticida. La oruga se aleja, se esconde y se
encierra en la pupa. En su interior todo
cambia.
Es necesario advertir que la
mejor o peor alimentación es determinante
en los efectos finales de su metamorfosis, esta
información es sumamente relevante, la polilla
depende de la buena alimentación de su
predecesor.
Así, que surge una polilla, aparentemente sana
y libre, con plena capacidad reproductiva pero
condicionada a huir de las hojas más
suculentas. Esta limitación, fruto de una
desafortunada contingencia no limitará su
existencia pero si las de toda su progenie. Sus
huevos serán depositados en hojas menos
suculentas de las que dispone su nicho. Las
larvas emergerán en esas hojas y su
alimentación se verá mermada en parte por
las decisiones de su antecesora, in extremis, la
inanición evitará que la larva se convierta en
pupa y que su metamorfosis continúe porque
muchos de los procesos hormonales de los
que depende su transformación se relacionan
con el alimento disponible.
Si pudiera preguntarse a la oruga,
probablemente solo acertaría a quejarse de su
suerte, lo cierto es que sus limitaciones son el
terrible efecto de una memoria de
mariposa.
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Pliegos de Rebotica
´2017
FABULA
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