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José Félix Olalla
Pliegos de Rebotica
´2017
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LIBROS
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José Ramón Recuero
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Ensayo/Biblioteca Nueva
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Madrid 2015
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.- 426 páginas
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H
usserl, el filósofo de la fenomenología que
fue docente de Zubiri, ponía a veces un
cartel en la puerta de su aula con la
siguiente leyenda:
Hoy no hay clase porque el profesor
no ve claro el problema que le concierne
.Y es que no
es sencillo abordar con profundidad las cuestiones
esenciales de la condición humana que siempre
permanecen abiertas.
En este ambicioso libro, José Ramón Recuero
plantea si las personas tienen un bien y un mal
objetivos o en otras palabras, si existe una ley
moral natural y en tal caso quién es el autor de ella.
Ya de entrada se establece la vinculación estricta de
esta pregunta con el fundamento de la ética pues,
como escribió Kant, si la voluntad es libre, toda
filosofía se encamina a saber lo que hay que hacer.
Kant no dudaba de esta ley natural y llega a
calificarla de santa en su
Crítica de la razón práctica
pero desde Nietzsche las cosas han cambiado y se
ha abierto paso el nihilismo filosófico y la negación
de la mera existencia de un bien objetivo válido
para todos.
Como otras veces, Recuero se impone la tarea de
tratar estos asuntos con rigor y con claridad y lo
hace valiéndose del diálogo. Precisamente el libro
lleva el subtítulo de “Diálogos con Hume, Kant,
Schopenhauer y Zubiri” y estos autores son
convocados a través de sus propios escritos de los
que no se altera ni una sola coma. Recuero se sirve
además de dos personajes ficticios que le
permitirán detenerse a aclarar los conceptos y se
reserva otra figura singular para conducir el relato.
Así se emprende un camino que resulta motivador
y que en su progresión cobra plena actualidad pues
se refiere a los fundamentos de la sociedad y a las
posibilidades de aprehensión del bien moral por
parte del hombre.
Con Hume comprobamos que las determinaciones
de nuestra voluntad son libres si bien la libertad
requiere poder elegir entre varios fines
moralmente diferenciados. Kant nos conduce a la
autonomía declarativa
y para explicarla
pedagógicamente Recuero recurre al ejemplo del
derecho: un juicio es declarativo cuando lo que se
dicta reconoce algo que ya existía antes de
pronunciarse. En cambio, una sentencia es
constitutiva cuando crea algo nuevo. Por eso la
autonomía que sostiene Kant presupone una ley
natural anterior, transcendente al hombre.
La llegada de Arthur Schopenhauer abrió las
puertas del pesimismo filosófico. Discípulo de Kant
y maestro de Nietzsche, el autor de
El mundo como
voluntad y representación
escribió que los hombres
carecemos de libertad y de leyes morales y
estamos sometidos a un fatalismo que él califica de
trascendente. Es la Naturaleza, en el sentido de
mundo material, la autora última de las leyes
morales y de esta manera entiende que solo hay
causalidad por necesidad
, lo que iguala a hombres,
animales y a seres inanimados.
Pero la indagación de Recuero, una vez establecida
la existencia de la ley natural remite a Dios como
autor de esa ley y en su diálogo con Zubiri
establece con brillantez sus fundamentos. Hay un
momento culminante del libro en el que ambos
autores se enfrentan con la realidad del mal; el mal
voluntario, provocado por el hombre, y el mal
producido por causas naturales.
Abordar este trabajo tiene consecuencias. Piensa su
autor que todo libro después de nacer sigue
creciendo y evolucionando. Desde luego lo hace en
la cabeza del escritor que continúa mejorando la
comprensión y la enseñanza de los conceptos y
también lo hace en la del lector que a través de su
empeño puede iniciar otro diálogo consigo
mismo.
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La cuestión del bien y del mal
