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trimonio histórico, y reducido número
de habitantes, como hemos puesto de
manifiesto en nuestro libro
Fuentelencina
hermoso lugar de la Alcarria
.
Manolete escogió esta villa cómo
lugar de descanso sencillamente por-
que en ella tenía una vivienda Juan Pa-
dilla, padre de Juanito Padilla novio de
Luchy hermana pequeña de Lupe.
Escribir sobre esto me llena de emo-
ción rememorando las valiosas fuentes inmateriales cuales
fueron los amenos relatos que escuche a mi suegro, D.
Adrián, el querido boticario de Fuentelencina que gozó de
la amistad de Manolete, y después de las enseñanzas de mi
esposo Santiago, amantes de la tauromaquia, de ellos apren-
dí , además, la importancia del Arte de Torear, lo que ello
significa, los valores esenciales y sobre todo el respeto al
“otro”, porque tal vez en la Plaza es el lugar en el que la
división de opiniones se hace presente en las tardes de to-
ros.
En Fuentelencina Manolete, cuyo Buick azul guardaba en
el corral de D. Adrián, disfrutaba, junto a Lupe, de la senci-
llez de sus gentes que le admiraban y respetaban sin atosi-
garle, de la belleza de su paisaje, de los sabrosos desayunos
con huevos fritos que él solía pedirle a Isabel la esposa de
Juan Padilla que físicamente se parecía a su madre y a la que
decían quería de verdad , de la lectura, del baño en la Char-
ca natural de Valdefuentes a la que acudían “ligeros de ro-
pa” a lomos de borricos, que hoy se conoce como “pozo
de Manolete”, de las jornadas de caza, del juego en el fron-
tón con las gentes del pueblo, del julepe como juego en-
tretenimiento muy arraigado en la villa
que aunque no se solía jugar dinero al-
guna que otra vez Manolete perdió al-
gún que otro duro, de las tertulias de
rebotica hablando de toros y caza…
¡siempre una botica presente en tantos
momentos importantes!
Es de noche se
platica/ al fondo de una botica/
…qué es-
cribió Antonio Machado
Sus creencias religiosas eran
patentes. Asistía a la misa dominical, en la fiesta del Cris-
to, muy venerado en el pueblo incluso hoy, subastaba las
andas y cuando el subastador preguntaba ¿quién ha sido?
él respondía: Manuel Rodríguez, y portaba la imagen en
la procesión e incluso al enterarse que la imagen de Je-
sús Nazareno había sido objeto de destrucción en la con-
tienda regaló una, que hoy se conserva en la Ermita de
la Soledad y procesiona en Semana Santa.
En síntesis su sencillez, generosidad, y humanidad era
apreciada por todos los fuentelencineros que disfrutaron
con sus estancias de descanso en el pueblo y lloraron su
muerte que, !lo que son las cosas del destino!, un 28 de
agosto día del patrón de Fuentelencina, San Agustín, “Isle-
ro” le arrebató la vida
En Las Plaza de LasVentas hay una exposición sobre Ma-
nolete titulada “El Hombre y el Mito”, en la cual, entre las
muchas fotos expuestas, hay una vitrina en la que se reco-
gen fotos de Manolete y Lupe Sino en Fuentelencina, pre-
cisamente con idéntico epígrafe. Espléndido reportaje grá-
fico para deleitarse con la belleza y naturalidad de las
imágenes que recrean lo dicho con la palabra.
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DESDE EL CALLEJON
