Alta.
Elegante.
Cordial.
Valiente. Con un cierto aire de lejanía del
entorno algunas veces. Sus ojos, grandes y
profundos, miran con una serenidad que
inspira confianza. Su voz, profunda, denota
aplomo no exento de una firme alegría de vivir.
Sonríe desde dentro. Habla desde dentro. Ríe
desde dentro. Nada es epidérmico en ella.
T
18
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Pliegos de Rebotica
´2016
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–Ten i endo en cuen t a t u p ro f es i ón ac t ua l ,
¿Qué fue lo que te llevó a estudiar Farma-
cia?
–Verás, lo que de verdad yo deseaba era estudiar
Medicina, pero como mis padres decían que no era
una carrera para una chica, me decidí por Farmacia
porque era la carrera más cercana a la que yo que-
ría. En realidad yo no tenía vocación de boticaria pe-
ro sí de farmacéutica. Por eso me decidí por la in-
vestigación y estuve trabajando, con mucha
satisfacción por mi parte, en el CESIC. Allí investi-
gue sobre plantas aromáticas y medicinales que es
un campo precioso.
–Te hago esta pregunta con un poco de hu-
mo r pe ro seriamente ¿Eres médium, para-
sicóloga, sensitiva... bruja?
–Bruja. Medium y bruja. Aquí ya sé que suena fatal,
pero en el país que yo me inicié había chamanes
blancos y negros y brujos blancos y negros. Lo de
magos allí sonaba a prestidigitador. Lo que pasa es
que aquí con aquello de la Inquisición y los intere-
ses creados de los médicos de aquella época, es una
palabra muy desprestigiada. Sin embargo los califica-
tivos que derivan de
ella son agradables co-
mo eso de la mirada
emb r u j a d o r a p o r
ejemplo.
–¿ Deseaste alguna vez esa capacidad tuya
o lo asumiste como algo natural?
–Pues como comenzó siendo muy pequeña, yo creo
que tenía unos tres años, lo asumí como que todos
teníamos esa capacidad. Además como en mi casa no
me hacían ningún caso a dios gracias, ni me lo repri-
mieron, ni me metieron miedo y se limitaron a decir
que yo era algo así como Antoñita la fantástica.
–Y tuviste por este motivo algún prob l ema
con tus compañeras de clase?
–De pequeña no me creían, era un poco como en ca-
sa, con lo cual no tuve problemas. Pero ya a eso de
los 12 años, tenía cola para que les dijera qué pregun-
tas iban a caer en los exámenes. Hay que reconocer
que yo era un poco mala y se lo decía pero cobrán-
dolas en chuches.
–¿Y esa capac i dad l uego aumen t ó , d i smi-
n u y o ?
–Al entrar en la Universidad podríamos decir que se
durmió. Los estudios, los chicos, bailes, hacer teatro,
dirigir la revista de la Facultad, ir a actos culturales....en
fin, que yo estaba muy
ocupada en los asuntos
de aquí para ocuparme
de los de allí. Al acabar
me metí en tertulias so-
Margarita Arroyo
HABLANDO ENTRE AMIGOS
HOY CON...
Una sensitiva es una persona que
puede percibir acontecimientos lejanos
en el espacio o en el tiempo sin utilizar
los cinco sentidos tradicionales.
Paloma
Navarrete
