Revista Farmacéuticos - Nº 119 - Octubre-Diciembre 2014 - page 24

Iniciado 1924, el farmacéutico José Serra se
prepara para el juicio.
Quedó claro que la fórmula fue confeccionada
por el mancebo que imprudentemente intercaló
entre los papelillos uno solo de
heroína
, de los
muchos que había preparado el día anterior
para otro paciente. Es decir, a uno le da un
papelillo de menos y a otro…le provoca la
muerte. Para colmo, se evidencia que la
heroína
no la tenían bajo llave, contraviniendo el
artículo 9 de las Ordenanzas de Farmacia. El
encargado Gervasio Pérez, sin ningún tipo de
titulación, hace desaparecer el papelillo vacío
con el nombre de
heroína
.
Los hechos referidos constituían un delito
contra la salud pública previsto y penado en los
artículos 353 y 354 del Código Penal. Se
consideraba responsables en concepto de
autores a José Serra y Emilio Salas, pidiendo
para ellos la pena de cuatro años de prisión y
multa de dos mil pesetas. Como encubridor a
Gervasio Pérez para quien solicitaban la pena
de dos meses y medio de arresto mayor y
multa de mil pesetas.
En cuanto a la responsabilidad civil, se
estableció que debían indemnizar al viudo en la
cantidad de diez mil pesetas.
Encargados de la acusación y defensa
respectivamente, los letrados Julio Ramón de
Laca y Gerardo Doval. El fiscal Termes tiene su
corazón dividido porque es hijo de médico y
hermano de boticario. Por eso hace hincapié en
que la profesión de farmacéutico es de gran
responsabilidad, porque no se trata de un
comercio corriente sino de una profesión
científica que exige el máximo de atención y
escrúpulo. Insiste en que la equivocación tuvo
lugar en la botica pero admite que los peritos
informaron de que eso era posible pero no
probable.
El abogado Doval proclama la inocencia de los
acusados. “¿Es que un boticario no puede
dormir, no puede pasear, no puede tener
expansiones? ¿Es que hay ordenanzas posibles
que hagan del boticario un ser abstracto? El
discurso de Doval ha durado cuatro horas y
pide la absolución. El Presidente del Tribunal
agita la campanilla: ¡Visto para sentencia!.
La gente de la calle está en contra de la
absolución, se ponen en el lugar de la víctima y
piensan que a cualquiera puede ocurrirle lo
mismo, ser víctimas de errores médicos o
farmacéuticos. Pero tampoco puede hacer
corrillos para comentarlo porque para entonces
Madrid ha estrenado nuevas prohibiciones, no
basta con la censura. Se prohíbe charlar en
grupo en las calles y un guardia de seguridad se
encarga de disolver la improvisada reunión:
“Circulen, circulen”.
La prensa se posiciona claramente al lado de los
responsables de la farmacia.Ya no actúan como
en casos anteriores, siempre en contra del
farmacéutico. Han pasado los años y es evidente
que la profesión farmacéutica ha adquirido una
mejor posición social. También en este caso el
farmacéutico salió bien librado.
24
Pliegos de Rebotica
´2014
LOS BOTICARIOS
1...,14,15,16,17,18,19,20,21,22,23 25,26,27,28,29,30,31,32,33,34,...52
Powered by FlippingBook